Una larga franja de tierra comenzó a emerger de entre el cauce, los remolinos que se formaban al unirse las corrientes del Tamesí y Pánuco estaban provocando islotes, en ese tiempo ambos ríos corrían paralelos a la zona de barrancos donde se fundó la ciudad.
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Era 1866 y Tampico tuvo que buscar alternativas para la llegada de los barcos pues su muelle, debido a este fenómeno, quedó inutilizado.
El antiguo embarcadero se había empezado a construir en 1833 y de los años de 1836 a 1854 Tampico tuvo su primera época dorada gracias al comercio que, con el centro y norte del país, se había desarrollado. Sin embargo, al surgir la franja el muelle pasó de estar en el Tamesí a instalarse en el Pánuco, construyendo también la Aduana Marítima en el islote que surgió.
Entonces el atracadero de buques tuvo que alcanzarse cruzando un puente de madera construido sobre el Tamesí. Este nuevo embarcadero entraría en operación en 1875, en tanto que las maniobras de carga y descarga se realizaban asistidas mediante botes y chalanes a través de un servicio de alijo, que a la postre daría el nombre al Gremio Unido de Alijadores.
Con el petróleo y la llegada de Waters Pierce Oil Co. en Árbol Grande en 1886, se instaló en 1889 una planta procesadora en otra franja de tierra que posteriormente se llamó “La Isleta Pérez”. Además, en 1890 se inauguró el ferrocarril quedando la estación de Tampico también a la orilla del Tamesí.
PROYECTO DE DESECACIÓN DEL TAMESÍ
Las inversiones que se hicieron en los nuevos muelles, el auge que empezó a tener el puerto con el petróleo y la llegada de miles de personas crearon la necesidad de ampliar aquel pedazo de tierra y eliminar el brazo del río que separaba al puerto de la ciudad, al igual que el puente, que primero fue llamado Manuel Romero Rubio y después Francisco I. Madero.
“El proyecto de la desecación del último tramo del río Tamesí se aprobó en mayo de 1918, lo que se buscó era aprovechar esa área para el crecimiento urbano ya que estaba como muy ceñido, pues el trazo de la ciudad solo llegaba básicamente a la laguna del Carpintero y que era más amplia de lo que es ahora”.
Señala el cronista de la ciudad Josué Picazo Baños, quien menciona que, en base a los datos históricos, el río Tamesí en esta parte tenía un ancho de unos 600 metros y los cauces de éste y del río Pánuco corrían paralelos, formando en esta zona de la ciudad lo que se llamó la Bahía del Humo, pues formaba un conjunto con lo que ahora se conoce como la laguna de Pueblo Viejo.
COLONIA RELLENO DEL TAMESÍ
“Hay versiones de que la construcción del canal americano, que se hizo para acortar y favorecer la navegación en el Tamesí en 1847 y que termina a poca distancia del Moralillo, fue la causa de que se formaran los bancos de tierra por arrastre de materiales, lo que dificultó las maniobras del muelle”, agrega.
Comenta que toda la zona, que va desde la Isleta Pérez hasta La Puntilla, empieza a rellenarse con el azolve del río Pánuco para aprovechar toda la franja para los muelles y otras áreas tanto habitacional como comercial, llevando su compactación más de dos años.
“La desecación del río coincide con este periodo de auge petrolero en la que había la llegada de mucha población; aunque el terreno no era apto se empieza a habitar de forma desordenada y sería hasta inicios de los años de 1930, cuando inicia el ordenamiento y comienza a contar con la urbanización, llamando la gente a esta zona colonia Relleno del Tamesí”, expone Josué Picazo.
DESDE LA PUNTILLA HASTA “EL TRIÁNGULO”
En esta tierra robada al río se instalaron, en 1826, los mercados de Tampico; a mediados de la década de 1960 el Mercado “La Puntilla” y muchos comercios importantes de la ciudad, además que dio paso a uno de los barrios emblemáticos del puerto “El triángulo”, que se uniría más tarde a El Cascajal.