Sigilosos, elegantes, seguros, con un tramado único y hermosoen su pelaje son los felinos salvajes que muy pocos saben habitanlas planicies, cerros y montañas de Tamaulipas, los cuales en elúltimo lustro han aumentado notoriamente su población.

Jaguares, pumas, jaguarundis, ocelotes y gatos rabones hanreclamado el espacio que desde hace años era suyo, pero por lacaza humana indiscriminada que se registraba era verdaderamenteextraño avistarlos en tierras tamaulipecas.

La inseguridad no solamente género afectaciones en estaentidad, ya que estas especies fueron beneficiadasconsiderablemente por la caída en la actividad cinegética y elabandono de ranchos por miedo de sus propietarios.

De esta manera el principal depredador de estos felinos: elhumano, se había ido, dando la posibilidad de extender supresencia y dominio donde anteriormente eran alcanzados por balasde manera accidental o intencional.

La misma situación ha ocurrido con venados, jabalíes y palomasque se han extendido con abundancia en municipios como Soto LaMarina, Aldama, Altamira, en la costa, así como Jaumave y GómezFarias, en la reserva de la Biosfera de El Cielo.

Nace el programa Binacional de Conservación.

En el 2012 la Sociedad Civil para la Conservación y Desarrollode Espacios Naturales (CDEN) llevó a cabo un estudio de monitoreocomisionado por el Refugio Nacional de Vida Silvestre LagunaAtascosa del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EstadosUnidos y financiado por la ONG Friends of Laguna Atascosa NationalWildlife Refuge.

La intención era conocer la concretamente la presencia deocelotes en el lado mexicano a fin de en un futuro cercano llevaralgún ejemplar para mejorar la genética de estos felinos enTexas, cuya genética ha sido afectada por la cruza entre la mismalínea.

En Texas el último ejemplar de jaguar, una hembra, fueasesinado en 1945 por lo que en las siete décadas la degradaciónde la genética ha sido considerable.

Colocaron cámaras - trampa para determinar el estatus delocelote en Tamaulipas, pero para sorpresa de los investigadoresencabezados por el biólogo Francisco Illescas Martínez, encargadode proyectos de CDEN, encontraron una gran diversidad de estosanimales.

El registro visual reveló una increíble variedad de animalesen el área la cámaras, captando más de 20 especies de mamíferosincluyendo cinco de gatos salvajes: jaguares, pumas, ocelotes,jaguarundis y gatos rabones.

El hallazgo generó la atención del Zoológico Gladys PorterZoo de Brownsville, en Texas, integrante de la Asociación deZoológicos y Acuarios (AZA) de la que en México sólo forma parteel Acuario de Veracruz y el zoológico de León.

En el rancho El Zarco en Soto La Marina se han colocado 62cámaras donde se ha detectado en los últimos años un aumentoconsiderable en las especies con una tasa de crecimiento anual del13%.

Todos, menos el puma, están protegidos por la Norma OficialMexicana NOM 059 SEMARNAT 2010, que establece especies de flora yfauna amenazadas o en peligro de extinción por lo que seencuentran bajo protección de las autoridades.

EU le entra a la protección.

Pero pese a ello las dependencias federales mexicanas no hanestablecido medidas de conservación ante este fenómeno enTamaulipas, debiendo ser las estadounidenses las que han aportadolo necesario para su seguimiento.

Las 64 cámaras con sensores de movimiento instaladas, cada unacon un costo de 500 dólares, fueron aportadas por el Zoológico deSan Antonio; la gasolina y vehículos por el Zoológico GladysPorter Zoo de Brownsville; y los trípticos o material educativopor el Zoológico de Cincinnati.

"En México es muy desafortunado, ya que por más que se pidenapoyos es muy poco lo que se logra para los diversos programas queestamos aplicando en diversos puntos de Tamaulipas" mencionó elbiólogo.

La necesidad de preservarlos.

Preservar estos animales es considerado prioridad ya que alestar en la punta de la pirámide alimenticia son considerados losdepredadores principales de diversas poblaciones consideradasplagas.

"Mantienen saludable a las poblaciones de presas, al serdepredadores de ratas y ratones que mantienen bajo control de locontrario afectarían plantíos o incluso las zonas habitacionales"dijo el experto.

Los felinos salvajes son carismáticos y culturalmentesignificativos al legado natural de México por lo que se requieremantener una población sana de estas especies.

Ganaderos se suman al esfuerzo.

Los ganaderos consideraban el crecimiento de estas especies defelinos como dañinos, ya que supuestamente atacaban a crías debovinos o especies menores como borregos y cabras.

De esta manera cazaban a los jaguares, ocelotes o pumas quemerodeaban en las márgenes de sus terrenos, pero en base a losprogramas de educación del CDEN se logró cambiar lamentalidad.

"Se les dio a conocer él programa en el que la SAGARPA, en basea un estudio detallado de la especie atacada recuperaban el preciodel mismo de comprobarse que había sido muerta por un felinosilvestre" mencionó Illescas Martínez.

Se logró acercar a los productores a las Asociaciones Ganaderaspara estos trámites pero con el recrudecimiento de la violenciacomenzaron a dejar de asistir a los cursos de preparación yorientación.

"Pero debemos de tomar en cuenta que estos no son depredadoresdel ganado, lo hacen los jaguares pero ya grandes y de maneraoportunista, no es que sea una alimentación basada en becerros"mencionó el biólogo.

El proyecto de conservación y educación se ha ampliado alrancho El Zamora, en Aldama, donde están desde hace siete mesesinvestigando.

Jaguares seguidos vía satélite.

El gobierno del Estado de Tamaulipas implementó desde el año2010 un programa de monitoreo satelital de los jaguares, colocandocollares de rastreo a un total de seis ejemplares con los que seconoce su movimiento, migración y vida diaria.

"Se ha determinado que hay depredación o caza furtiva, ya quese han detectado hasta tres generaciones de descendencia" dijo a ElSol de Tampico el encargado del programa de Conservación y VidaSilvestre de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente(SEDUMA) del Gobierno de Tamaulipas, Alejandro Garza Peña.

Al inicio del sexenio se aplicó una inversión de un millón depesos para la compra de los collares, vehículo y jaulasestableciéndose la supervisión en Gómez Farías, Llera y Ocampoen la zona de la biosfera de El Cielo.

Es así como los felinos han retornado a los paisajestamaulipecos, a recorrer cautelosos las montañas y planicies denuestro Estado, estampando sus huellas grandes y fuertes en elterritorio del que alguna vez fueron expulsados y que hoy airososvuelven a reclamar.