Era abril de 1817, hace 204 años, cuando el neurólogo británico James Parkinson descubrió la hasta entonces extraña y desconocida enfermedad que de inicio se llamó parálisis agitante, que a la postre fue identificada con su apellido.
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De igual manera se le conoció como “Signo del Banquero”, en referencia al rápido movimiento de los dedos de las manos, similar al estar contando papel moneda.
Es una enfermedad que ha cobrado relevancia, aunque muchos se niegan aceptarla, cada vez afecta a más personas en edad productiva cuando empiezan a mostrar sus primeros síntomas a consecuencia de la muerte de ciertas células del cerebro que son las que ayudan a controlar el movimiento y la coordinación de nuestro cuerpo, lo que provoca agitación o temblores y por consiguiente una difícultad para caminar y moverse.
Del Mal de Parkinson o el Signo del Banquero hasta ahora se conocen sus orígenes y no existe un medicamento para su cura, sólo un control de la misma.
Este padecimiento proviene cuando “las neuronas que producen dopamina mueren lentamente, sin estas células no pueden enviar mensajes apropiados a los músculos, por consiguiente se hace difícil controlarlos empeorando lentamente con el tiempo si no se atiende con medicina de segundo nivel”, dijo Alfredo de Jesús Hernández Villanueva, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 12 en Altamira.
Hasta ahora ni los estudios más avanzados en investigaciones médicas han determinado con exactitud por qué estas neuronas se desgastan y provocan la enfermedad que se manifiesta más en los hombres que en las mujeres.
El descontrol en el seguimiento de los casos es evidente, ya que no se tiene un registro confiable de las personas que presentan este daño. Con base a estadísticas que maneja el Hospital General “Dr. Carlos Canseco” de Tampico hasta el 2020 antes del Covid-19 se tenía contabilizados ocho pacientes al año con este mal, más un amplio número no ha sido reportado.
SIN CURA
A pesar de los dos siglos de ser descubierta el Parkinson no tiene cura ni se aplican fármacos efectivos para detener el avance de los daños a las células que rigen los movimientos de nuestras extremidades.
“Se conoce que la causa que origina la enfermedad es un problema degenerativo que se basa en la disminución de la dopamina, por eso aquí en los diferentes Centros de Salud al detectar a un paciente con los primeros síntomas se hace referencia a los segundos niveles para que sea un neurólogo quien determine el diagnóstico y tratamiento a seguir”, agregó Hernández Villanueva.
Hasta ahora no existe cura alguna para el mal del Parkinson, sólo es fundamental que el paciente cumpla puntualmente con el tratamiento, “no hay cura para esta enfermedad, aquellas personas que tienen un familiar lo único que pueden hacer es brindarles el apoyo total a su ser querido para que acuda de una forma puntual con su neurólogo acompañándolo para conocer las indicaciones a seguir, se cumplan al pie de la letra y puedan hacer su vida de una forma normal”, puntualizó.
¿CÓMO PREVENIR?
Tener una buena salud cerebral depende de muchos factores, siendo los primordiales ejercicio físico que inyecta oxigenación al cerebro y buena alimentación.
Y si bien hasta ahora no existe cura los médicos recomiendan llevar una alimentación equilibrada, buenos hábitos como dormir ocho horas diarias, evitar consumir cualquier tipo de droga y consumo de alcohol.
Los especialistas en nutrición refieren que la alimentación saludable se basa en productos naturales, nada de lo que se coma en exceso es bueno, tampoco introducir alimentos industriales demasiado procesados dentro de la dieta, particularmente los que tienen grandes cantidades de dulce, sal o grasa.