"El Dique Seco en la terminal marítima de PEMEX fue un proyecto dirigido por un mexicano: Leonel Garza Cantú, obra que se realizó en un período de aproximadamente 2 años y medio y en el que se utilizó tecnología holandesa para crear su diversa infraestructura, entrando en operación el 28 de junio de 1983, es decir hace 38 años".
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Revela Juan José García Rodríguez, exdirigente sindical de la Sección 1 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, "de acuerdo a lo que me platica Leonel Garza Cantú, él fue hasta Holanda y otros Países Bajos a buscar la tecnología para poder realizar el dique que planteaba diversas problemáticas al estar situado en un río".
"Garza Cantú me comenta que una plantilla de ingenieros holandeses y de otros países europeos llegaron hasta esta zona para iniciar los trabajos a mediados de 1980 de este proyecto, uno de los más monumentales en la zona, capacitando incluso a ingenieros navales recién egresados de las escuelas en México para que participarán en conjunto con los europeos", añade.
La propuesta fue hacer un dique seco flotante, pero Joaquín Hernández Galicia mejor conocido como La Quina, sugirió uno fijo pensando que si se construía uno móvil se lo llevarían de la zona a otro punto de la república, comenta García Rodríguez.
"Pues Hernández Galicia era quién había gestionado la construcción del dique, cuando la dirección de Pemex inició la instalación del gaseoducto que iba desde la ciudad Cactus, Chiapas hasta Reynosa, Tamaulipas", refirió.
Añade que "dentro de la ingeniería que propuso Leonel Garza, estuvo ya la inclinación que tendría el dique, debido a que por las corrientes del río los barcos no podrían entrar en 90 grado, además de diversas soluciones que tuvo que plantear tanto para construir la superficie como para los mecanismo de las compuertas que fueron traídas desde Holanda e instaladas por los ingenieros mexicanos".
De acuerdo a los datos de Petróleos Mexicanos el dique seco “Ignacio Romero Zúñiga” del Centro de Reparaciones Navales Pemex en Terminal de Almacenamiento y Servicios Portuarios (TASP) de Ciudad Madero tuvo un costo de 2 mil 700 millones de pesos, y de acuerdo a sus constructores fue hecho para 35 años de vida, por lo que requiere ya de una verificación estructural, además de la rectificación de las compuertas al tener rebasada su edad útil.