Era martes 28 de junio de 1983, hace 35 años, cuando entró en operación el Dique Seco de la Terminal de Operaciones Marítimas y Portuarias (TOMP) de Petróleos Mexicanos, marcando una nueva época para el sector portuario nacional.
No fue fácil lograr establecer la infraestructura en la margen izquierda del Río Pánuco, donde desde entonces han entrado a reparación cientos de buques tanques, cisternas, remolcadores y últimamente navíos de guerra de la Secretaría de Marina. En la placa de inauguración oficialmente fue nombrado “Dique Seco Ignacio Romero Zúñiga”, mismo que su proceso de gestión duró cuatro sexenios, encabezando estos esfuerzos el otrora líder petrolero don Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”.
“Comenzó a pedirlo desde Adolfo López Mateos -1958 a 1963-, pero no se autorizó, insistió luego con Luis Echeverría Alvarez -1970 a 1976- logrando la autorización hasta José López Portillo -1976 a 1982- quien autorizó los recursos para su realización”, dijo a El Sol de Tampico Joaquín Hernández Correa, hijo del extinto dirigente petrolero.
“DI QUE SI”; “DIQUE, SI”. En cada visita del presidente López Portillo los petroleros insistían en la autorización de esta estructura ante la necesidad de efectuar las reparaciones mayores en el sur de Tamaulipas y evitar que éstas acudieran al Puerto de Veracruz. “En cada visita le gritaban al presidente “Di que si” recordó el actual diputado federal tamaulipeco, quien aseguró que “este dique vino a dar un impulso al sector petrolero y portuario de reparaciones en la región”.
Pero López Portillo no pudo inaugurarlo, ya que entró en operación hasta la época de Miguel de la Madrid Hurtado -1982 a 1988- encabezando la ceremonia el líder “La Quina”, aumentando de mil a tres mil las plazas laborales en la Terminal de Operaciones Marítimas y Portuarias de Pemex.
Posteriormente se puso en marcha el dique deponente. El dique seco de Pemex en esta zona sur de Tamaulipas tuvo un largo proceso constructivo, siendo un proyecto de ingeniería holandesa, de la firma BosKalis Westminister.
La manufactura, también nombrada dique de carena, fue netamente mexicana, entrando en operación para poner las embarcaciones fuera del agua a fin de desarrollar las reparaciones en la parte externa de la embarcación o casco, conocida también como obra viva.
“En la inauguración del Dique la primera embarcación que entró a reparación fue el buque tanque 18 de Marzo, marcando el inicio de más de tres décadas de labores constantes de renovación de la flota petrolera”, dijo a El Sol de Tampico la historiadora Carolina Infante Pacheco. Las últimas embarcaciones que ingresaron a la reparación de la obra viva fueron el buque tanque Centla, el pasado 20 de junio y ayer 27 de junio el buque tanque “Ignacio Allende”, en el muelle del Astillero Cerenav para trabajos de reparación a flote.
El Dique Seco de Pemex es sin duda una herencia de la época del quinismo, de esa década de los 80’s que marcó también el ocaso tajante del otrora líder con su detención en enero de 1989. Hoy la infraestructura sigue operando, aunque hay voces que exigen la aplicación urgente de recursos para su rehabilitación a fin de que este siga dando vida a la flota petrolera, de guerra y comercial que se hace a la mar.