Árbitros, ampayers, entrenadores, casas dedicadas a la venta de artículos deportivos, y ligas deportivas que promueven el deporte en el ámbito amateur, son en el tema económico las “víctimas colaterales” por el parón debido a la pandemia del “coronavirus” Covid-19.
No solo se ha visto afectada la activación física que se produce con la realización de torneos, entrenamientos, y las actividades que realizan niños, jóvenes y adultos a practicar la disciplina de su preferencia.
En el aspecto económico, el deporte amateur sufre las consecuencias de la emergencia sanitaria.
Y es que cuando hablamos del deporte aficionado, hay quienes piensan en muchas cosas, pero no en que existen gastos que se tienen que realizar.
Son varios los ejemplos que se pueden dar de lo anterior un equipo de futbol tiene que pagar arbitraje y mantenimiento de campo para poder darle solvencia a la liga y que esta pueda llevar a cabo su torneo y lo mismo pasa con los equipos de basquetbol y voleibol.
En el beisbol y softbol las novenas tienen que erogar además gastos como el ampayeo y la anotación.
Las ligas no tienen actividad y por lo tanto no cuentan con los ingresos que proporcionan los equipos por concepto de artbitraje o mantenimiento de campos, en los deportes antes citados como futbol, beisbol, softbol, voleibol y básquetbol, que son las que cuentan con más participación.
Sin embargo, si no tienen partidos, es cierto que las ligas no reciben ingresos pero tampoco no hay gastos.
Sin embargo, los que sin son afectados son los árbitros de futbol, de voleibol y basquetbol y en el caso del llamado “rey de los deportes” y la llamada “pelota blanda”, se quedan sin trabajo ampayers y anotadores.
En el caso de las escuelas que fomentan las diferentes disciplinas como futbol, box o gimnasia, la mayoría infantiles y juveniles, al no tener actividad, pues no hay mensualidades y se afecta también en el tema económico a entrenadores que se dedican a esto.
Y ni hablar de los entrenadores de “cachibol”, ya que las personas de la tercera edad son las que menos pueden salir. Igual sucede con las escuelas de artes marciales, cuyos entrenadores tampoco contarán con ingresos por concepto de mensualidas.
Y si no hay carreras, tampoco, lamentablemente, hay inscripciones.
Pero no solo en este tipo de disciplinas. No hay actividad en las canchas de tenis de los diferentes clubes y no hay labor para realizar para los entrenadores y tampoco ingresos por concepto de uso de canchas.
También en el golf está suspendida la actividad y por ende también los está para “cadies” e instructores del deporte de los bastones.
¿Tenían pensado estrenar uniformes para el inicio de la nueva temporada?, pues para empezar, no habrá partidos durante un buen tiempo y esto afecta a las tiendas que ofrecen material deportivo, llamese uniformes o balones.
¿Los talleres de reparación de bicicletas? tienen poco o nulo trabajo pues los “bikers” no salen a pedalear ante la recomendación de las autoridades de quedarse en casa.
¿Y quienes utilizan la bicicleta para transportar? con la estrechez económica, es mejor repararla uno mismo.
Los jugadores profesionales se quejan de que les recorten sus, en algunos casos, elevados sueldos.
Pero ¿y la gente que en el deporte amateur tiene una manera de conseguir su sustento?