El lunes 1 de julio, en la colonia Solidaridad, Voluntad y Trabajo en Tampico, se reportó la presencia de dos cocodrilos de pantano nadando en un canal pluvial. Mientras algunos habitantes cundían ante el asombro, una vecina llamó a un conocido, 'el cazador de cocodrilos de La Borreguera'.
Se trata de un bombero retirado con 15 años de trayectoria en el Cuerpo de Bomberos de esta ciudad. El hombre llegó, capturó y sometió a los reptiles, para después entregarlos a las autoridades. Esta es la historia.
Su nombre es Edgar Benito García Blanco y durante su carrera como bombero en el sur de Tamaulipas capturó aproximadamente a 50 cocodrilos. La primera vez fue en marzo de 2006, en el bulevar Fidel Velázquez a la altura de la calle Cultura.
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¿Cómo se atrapa a un cocodrilo?
Tratando de entender qué motiva a Edgar García a hacer frente a un depredador natural, EL SOL DE TAMPICO se dio a la tarea de entrevistarlo.
Al ser interrogado sobre cómo se atrapa a un cocodrilo, su respuesta fue firme: “Si no estás entrenado para hacerlo, no lo haces. Te alejas del lugar y llamas a las autoridades para que ellas se encarguen del asunto. Si vives en Tampico marcas al 911”.
“No es recomendable aproximarse a ellos”, prosiguió el entrevistado, “porque son animales muy territoriales, que si te acercas demasiado pueden lastimarte. Cuando los intentas capturar y someter, los cocodrilos se defienden y en el agua pueden atacar con mayor facilidad”.
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“El golpearlos con piedras o con palos, el tomarles múltiples fotografías con flash, puede alterarlos y volverlos más agresivos”, sostuvo García Blanco.
Dos cocodrilos en la Solidaridad, Voluntad y Trabajo
El lunes 1 de julio, aproximadamente a las 22:30 horas, Edgar García se dirigió al canal pluvial de la colonia Solidaridad, Voluntad y Trabajo, para capturar en dos tandas a los reptiles. Él mismo nos informó los detalles:
“Uno de los cocodrilos, el más agresivo de ellos, medía casi tres metros. Cuando ya lo tenía agarrado por el cuello, intentaba pegarme con su cola para hacerme perder el equilibrio. Me costó cerca de 10 minutos controlarlo”.
“El otro ejemplar era de menor tamaño, tal vez dos metros. Estaba mucho más tranquilo y pude someterlo y amarrarlo en uno o dos minutos. Después entregué los reptiles a las autoridades de Protección Civil”.
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Ante la pregunta de por qué decidió socorrer a los vecinos de la colonia Borreguera, a pesar de ser un bombero retirado desde hace dos años y medio, el entrevistado explicó cuál era su motivación: “Por amor a la ciudadanía, por vocación de ayudar para que todos estén a salvo”.
Cara a cara con un reptil
Al ser cuestionado sobre qué se siente interactuar con esta clase de animales, Edgar Benito García Blanco resumió la experiencia en una palabra: “adrenalina”.
La Real Academia Nacional de Medicina de España informa que la adrenalina es un “neurotransmisor con efecto estimulante cardíaco y relajante bronquial, que desempeña un papel importante en el sistema nervioso central, en las reacciones de miedo y de estrés”.
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En los últimos días, esta casa editora ha reportado la presencia de diversos ejemplares de cocodrilos de pantano fuera de su hábitat en la zona conurbada de Tampico.
La historia de Edgar García y la captura de dos ejemplares en la colonia Solidaridad, Voluntad y Trabajo (La Borreguera), se integra al repertorio de anécdotas de interacción entre especies en el sur de Tamaulipas.