La Isleta Pérez guarda muchas historias de la vida industrial mexicana y fue aquí donde floreció a finales de los 70's el uso de la fibra de vidrio para la producción masiva de lanchas pesqueras que con el subsidio federal sustituyeron miles de prehistóricas balsas de madera en el país, impulsando así una manufactura diversificada y pujante, incluso en estos tiempos de adversidad por la pandemia.
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En esa época, la empresa Plastiformas con una plantilla de más de 500 trabajadores estimuló la formación de fibreros especialistas, que tuvieron un efecto multiplicador con la formación de nuevas generaciones de obreros, los cuales a la par de empresarios visionarios locales hoy sitúan a Tampico en el centro productor más importante de la región de embarcaciones y una múltiple variedad de artículos a base del material fibroso.
TAMPICO, LíDER EN LA FABRICACIÓN DE LANCHAS
Rogelio Pérez Galván, de la empresa Equipos para Pesca de Tamaulipas y con más de cinco lustros de experiencia en el sector, afirma que en este puerto existen varias decenas de talleres micro y pequeños especializados en la fabricación de navíos para la pesca de alta mar o agua interiores, de todos los tamaños y especificaciones, además de lanchas deportivas, de pedales, remos y kayaks, entre otros que atienden la demanda no sólo de la entidad, sino también de estados vecinos.
Como en pocos lugares del país, en este puerto la industria de la fibra de vidrio se ha diversificado, pues además se producen tanques gigantes para el segmento petroquímico del país y del extranjero a través de la compañía Plásticos Industriales de Tampico (Pitsa), asentada en la Calle 3 del primer parque industrial de la ciudad.
HASTA FIGURAS PREHISPÁNICAS
Pero, el uso de esa materia prima también ha formado artesanos, los cuales elaboran esculturas y réplicas de figuras prehispánicas de la cultura tének como el “Adolescente Huasteco y La Apoteosis”, que da la bienvenida a quienes visitan San Vicente Tancualayab, enclavado en el corazon de la huasteca potosina.
La escultura de seis metros fue hecha en talleres de Equipos de Pesca Tamaulipas por obreros locales que vertieron su talento en la fabricación de la figura con gran valor histórico, explica Rogelio Galván.
Esa industria pasa desapercibida para gran parte de la población local, pero mantiene un auge importante, pues en esta localidad florece la producción de macetas, fuentes, albercas, autopartes y elementos artísticos y arquitectónicos como nombres de ciudades y actualmente se construye una capilla para 400 urnas en el cementerio municipal de Tampico.
La materia prima elaborada en algunos estados del país como Tlaxacala y Jalisco y con una creciente participacion de importaciones americanas y asiáticas también es aceptada por la Secretaría de Salud para el equipamiento de plantas procesadoras de camarón y pescado, sectores donde es preferida porque es hasta 70% más barata que el acero inoxidable.
El señor Eduardo Gómez, especializado desde hace treinta años en lanchas pesqueras, dice que la calidad de la mano de obra de los talleres locales es reconocida en los estados costeros del Golfo de México y aunque en estos tiempos de confinamiento social la demanda de embarques cayó hasta 70%, se mantiene viva.
A este gremio le falta difusión, pero también que el gobierno otorgue estímulos fiscales para ayudar en la sustitución de lanchas y fomentar la contratación de mano de obra calificada, que es bien pagada.
En tiempo normal, en su taller se producen entre 3 ó 4 embarcaciones, no sólo para pesca, sino deportivas y de abastecimiento costa afuera, lo que en temporadas altas favorece la contratación de entre 50 y 60 fibreros, resaltando la importancia de esa industria, que oxigena y mantiene sobreviviente la Isleta Pérez.