El 50% de pacientes del CIJ Tampico son estudiantes

En 2 meses el Centro de Integración Juvenil en Tampico atendió a poco más de 160 pacientes, número que anteriormente llegaba a esta unidad médica en un semestre

Paulo Monsiváis

  · jueves 16 de mayo de 2019

En 2 meses el Centro de Integración Juvenil en Tampico atendió a poco más de 160 pacientes, número que anteriormente llegaba a esta unidad médica en un semestre, situación que ya puso en alerta a las autoridades de Salud en la zona, pues el 50 por ciento de estos usuarios son jóvenes de entre 15 y 19 años de edad.

Jorge Ávalos Castelán, director del Centro de Integración Juvenil en Tampico, expuso que hay un 27 por ciento del total de los pacientes en el CIJ, que suman 260, que están ya experimentando con medicamentos controlados, mientras que el alcohol y la mariguana siguen a la alza en cuanto a las adicciones.

La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, nos dice que aproximadamente el 33 por ciento de ciudadanos en Tamaulipas consume altas cantidades de alcohol, mientras que el 11.1 por ciento de la población de 12 a 65 años que aceptó consumir cualquier tipo de droga.

Por separado la directora nacional de desarrollo operativo de los Centros de Integración Juvenil A. C., Maritza Jiménez Landa, menciona que existen poco más de 200 sustancias que no se han clasificado como drogas pero que están teniendo un alto consumo entre los jóvenes que mezclan narcóticos como una nueva moda.

Expone que existe una situación grave con estas nuevas sustancias y las ya conocidas como drogas, pues “desgraciadamente los jóvenes ahora tienen “maratones” de fines de semana, donde durante tantas horas se combinan y se cambian de sustancias, desde alcohol, mariguana, cocaína y varias de las nuevas sustancias que hace que tengan estados de intoxicación, llegando a los hospitales con cuadros psicóticos”.

Las Nuevas Sustancias Psicoactivas (NSP) se definen como sustancias de abuso no controladas o fiscalizadas que, sin embargo, representan una amenaza para la salud pública, ya que con nombres y estrategias de mercado engañosas evaden controles legales y sanitarios, para distribuirse por diversos medios.