Por Paulo Monsiváis Aguilar
“A esta rama de la educación hay que tenerle amor, muchapaciencia, aquí se vive realmente la profesión de ser maestro,porque cada logro es una enseñanza tanto para el alumno como parael profesor que la desarrolla”, afirma la docente especializadaen educación especial Sagrario Briones Gámez, Directora delCentro de Atención Múltiple “Samuel Ramos Magaña” enAltamira.
En el marco de la celebración del “Día del Síndrome deDown” a conmemorarse este próximo 21 de marzo, profesores delramo de la educación especial mencionan que solamente 4estudiantes de los 40 que se gradúan por salón en la carrera demaestro eligen esta especialidad, además de enfrentar otrasbarreras sociales.
En el Centro de Atención Múltiple de Altamira “Samuel RamosMagaña” estudian 150 alumnos con capacidades especiales, de loscuales un 10 por ciento, es decir unos 15 son niños Down y durantetodo el mes de marzo llevan distintas actividades, para celebrar laeducación especial.
Es mucho amor y entrega, añade la profesora Briones Gómez,“y no todos los maestros estamos dispuestos a trabajar con losniños de aprendizaje especial, además que para tomar laespecialidad son otros cuatro años de estudios para poder conocertoda la rama del este tipo de educación”.
Indica que ya suma 24 años en el nivel y empezó comoeducadora, para después ir a la capital del estado a estudiar lalicenciatura en educación especial “y decidí quedarme en el CAMporque me encanta el trabajo que realizamos, donde los niños vanaprendiendo lentamente y se van adecuando el programa para quesalga adelante”.
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“Son muchas satisfacciones ver a los niños cómo vanadquiriendo sus conocimientos y aunque hay casos muy difíciles,donde debe de entrar toda una plantilla laboral, incluyendo unpsicólogo, una trabajadora social, maestra de comunicación yorientamos incluso a los progenitores con una escuela para padresde niños de este nivel”, expuso.
En ocasiones, asegura la docente, “se tienen niños que debende verlos especialistas como neurólogos y otros médicosespecialistas que los atiendan, que los valoren, que si requieremedicamentos, para poder nosotros trabajar y sacar adelante a esealumno, porque uno de los principales objetivos es que los niñossean independientes en la medida de sus posibilidades”.
“Nuestro mayor logro es ese, que los niños se adapten a lasociedad que sea autónomo que sea independiente y pueda hacer suscosas con la menos ayuda de los padres de familia, que sea unapersona que se defienda y que aprenda para la vida, teniendo lagran alegría de que existen niños que se han podido integrar alámbito laboral”, agrega.
Pero la lucha de los maestros y padres de familia de estosniños tienen todavía muchas barreras que vencer ante la sociedad,pues se sigue teniendo aún cierta discriminación a pesar delesfuerzo de los menores por adaptarse a un mundo que valoratodavía más la apariencia que la voluntad de creer en unsueño.
La falta de integración al ámbito laboral de alumnos egresadosde escuelas espaciales es todavía una de las mayoresproblemáticas que se enfrentan, la cual es provocada por la faltade aceptación y credibilidad en la mayoría de empleadores yáreas de recursos humanos, de la capacidad de estosestudiantes.
Este mes de marzo en muchas partes volverán alzar su voz losniños especiales, y será una fecha para hacer recodar que el amorpuede tener muchas formas, puede tener manitas gordas y dedoscortitos, a veces puede avanzar más lento, pero sigue siendoamor, igual de grande, igual de transformador e igual de valioso.Demos una oportunidad a ese amor que mira con ojos distintos almundo, para creer en más sueños posibles.
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