A los 17 años cumplió uno de sus sueños: llegar a uncampeonato de nado y obtener una medalla. Luego uno más: ir a unacompetencia mundial, logrando otra medalla de primer lugar. Ahoraen la danza sus sueños siguen cumpliéndose al participar, como selo propuso, en un conjunto regional reconocido en el ámbitocultural.
Hija de los señores Salvador Bouchan Suárez y Edna LiliaRivera de Bouchan, Edna Illeana, a sus 34 años, es ahora unareconocida atleta especial que abrió el sendero para competidoresde capacidades especiales de la región. Es además una destacadabailarina que ha dejado, más que satisfacciones en su familia, unade las lecciones de amor y voluntad.
“Desde muy pequeña ella demostró su fuerza y voluntad pues alos dos años enfrentó una cirugía cardiovascular y salióadelante muy rápido. Y aunque a los ocho años empezó a tomarclases de danza regional con la profesora Laura Rivera, muy prontonos hizo ver su gusto por nadar y buscamos dónde pudieran darclases”, explica la señora Rivera de Bouchan.
Debido a que Edna no vacilaba en saltar al agua en las albercas,agrega, "nos dimos a la tarea de encontrar un maestro, pues en esosaños no había muchos espacios aquí en la región para que losniños con capacidades distintas tuvieran clases de natación,hasta que encontramos a un chico de 16 años que nos apoyó paraenseñarle".
Indica que “el profesor que la enseñó a dar sus primerosbraceos fue el joven Enrique Mateos en la alberca olímpica de laUnidad Nacional en los primeros años de la década de los 90 ygracias al empeño que puso pudo no solo aprender sino causar unamuy grata impresión en un entrenador, que la invitó a participaren una competencia nacional”.
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Fue en Morelia, Michoacán, recuerda la madre de Edna, dondecomo integrante de la selección de Tamaulipas obtuvo en estacompetencia el primer lugar en 25 metros y en 50 metros, dando ensus primeras dos medallas al estado en este tipo de torneos al serEdna Illeana y el joven Abraham Hernández pioneros en la zona comocompetidores con capacidades especiales.
Menciona la señora Edna Lilia que después de este logro ellamisma se dedicó a darle a su hija un entrenamiento, “inclusocuando la temporada no lo permitía, tratábamos de suplir ciertasactividades con caminatas por la playa para mantener la rutina y nose perdiera el trabajo para otras competencias, siendo seleccionadapara competir en el Mundial de Atletismo y Nado para personas condiscapacidad en la ciudad de Aguascalientes, obteniendo un tercerlugar para México”.
En el 2009, Edna es clasificada para ir a competir a Colombia enlos Juegos Iberoamericanos para personas con síndrome de Down, enel cual destacó ganando el primer lugar en 50 metros, hecho que lahizo acreedora en ese mismo año al Premio Municipal del Deporte deMadero por su trayectoria.
Después de 16 años de carrera en el nado, Edna Illeanadecidió retirarse de esa actividad para poder realizar otro de sussueños: bailar en un conjunto de danza regional. Ahora perteneceal Ballet Folclórico Infantil de Tamaulipas de los hermanosRodolfo y Laura Rivera Montoya.
En esta faceta lleva ya varios años y ha participado eninnumerables festivales de danza regional, siendo entrevistada yacomo bailarina por las personalidades en la materia como LauraAhumada, reconocida folclorista al incorporarse de manera natural aeste difícil arte.
Será el domingo 2 de abril cuando Edna Illeana tome nuevamenteel escenario en el Festival del Huapango a realizarse por elGobierno de Tampico en el pórtico del Palacio Municipal con elBallet Folclórico Infantil de Tamaulipas, desplegando además desu arte, su alegría por la vida, haciendo realidad la frase delviejo poeta “bailar es soñar con los pies”.
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