Decenas de edificios se encuentran en riesgo por la falta de mantenimiento, son utilizados como viviendas y espacios comerciales en barrios populares y centro de la ciudad, sin que sean clausurados y sus propietarios obligados a derrumbarlos o rehabilitarlos.
Jorge Pérez Rodríguez, expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tamaulipas, advirtió que aunque es obligación de Protección Civil y de la Dirección Municipal de Obras Públicas obligar a los dueños a mantenerlos en buenas condiciones, esto no sucede y los inmuebles acumulan años de deterioros en su estructura, balcones, techos y cornisas.
Esos edificios se acumulan en zonas incluso del Centro Histórico, en calles como la Obregón, Juárez, Aduana, Francisco I. Madero, Salvador Diáz Mirón, Pedro José Mendez e incluso en colonias como Cascajal, Tamaulipas, Mainero y Guadalupe Victoria, agregó.
Pidió que Protección Civil de Tampico y personal de Obras Públicas elaboren un listado de construcciones en mal estado y haya acciones para evitar su uso como casas - habitación o espacios comerciales y existan facilidades para su reparación y ya no sean una amenaza para los inquilinos y viandantes.
Recordó que este puerto ya ha sido escenario de víctimas fatales por el derrumbe de edificaciones en mal estado, como ocurrió hace algunos años en la calle Olmos, cuando un joven murió por la caída de una cornisa.
El líder de los ingenieros civiles manifestó que en algunos casos se trata de edificios muy valiosos, por su historia o arquitectura y que se encuentran en el abandono por sus propietarios, pero el estado y los municipios deben llevar a cabo acciones conjuntas para su rescate y evitar que el patrimonio edificado siga deteriorándose.
Estimó que este puerto pierde cada año una decena de edificaciones porque no hay programas de preservación y organismos como el Fideicomiso Centro Histórico, los cuales dejaron de funcionar.
En entrevista, Pedro Granados Ramírez, director de Protección Civil en Tamaulipas, explicó que es responsabilidad de los municipios revisar y conminar a los propietarios de las construcciones a corregir el mal estado de los edificios, hacer reparaciones o desalojarlos, si hay riesgo.
"Tenemos información que algunos están habitados por indigentes, pero de ninguna manera deben de ser habitados por el peligro que representan", expuso.