El día jueves 1 de agosto, en la colonia Altavista, de ciudad Tampico, dos loros de nombre Tomy y Sandy desaparecieron de su hogar durante la madrugada. Su propietaria María Elena Elías pide el apoyo de la ciudadanía para encontrar a sus mascotas, con las cuales lleva compartiendo la vida durante más de una década.
María Elena Elías es profesora en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FADYCS) de la UAT. Hace 10 años recibió a los loros como agradecimiento de parte del papá de una de sus alumnas, después de que la estudiante obtuviera su título de abogada. Día con día, María Elías y su esposo cuidaban de sus animales de compañía. Sin embargo, hoy en día el paradero de los dos loros es desconocido.
Lo primero que encontraron fue un rastro de plumas
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, Elías nos explica que se percataron que los loros ya no estaban aproximadamente a las 06:45 horas del jueves 1 de agosto, en el momento en que su esposo detectó un rastro de plumas en la reja principal de la vivienda.
“Creemos que fueron dos personas quienes se los llevaron. Tomy y Sandy estaban en su jaula y es una jaula pesada, grande, de forma redonda; la reja de la casa tiene candado, entonces, alguien debió entrar y alguien debió esperar afuera para cargar la pajarera”.
La entrevistada realizó una petición a la ciudadanía: “Por favor, quienes lo tengan, devuélvanlos. Nosotros los cuidamos, estamos al pendiente de ellos, por ejemplo, prefieren el agua potable y no comen semillas; les gusta la fruta de temporada, como el mango o la pitaya. A veces solo iba a la frutería a traerles su comida. Quienes tienen mascotas lo entienden, a veces comen mejor ellos que uno”.
¿Qué sabemos sobre Tomy y Sandy?
Los loros son hermanos y miembros de la especie de Amazona auropalliata, mejor conocidos como “los de la nuca amarilla”. De plumaje verde y brilloso, en las fotografías ambos lucen sonrientes. A esta clase de aves les gusta picotear para jugar y son proclives a la interacción humana.
María Elías también señala que las mañanas es su periodo de mayor actividad, donde caminan de un lado a uno, dan maromas y llegan a ser muy ruidosos.
De acuerdo con el portal iNaturalist esta clase de aves, en edad adulta, suelen alcanzar los 38 cm de altura y los 480 gramos de peso. Son nativas de países como Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y, por supuesto, México.
La última vez que María Elena Elías y su esposo vieron a Tomy y Sandy fue el miércoles 31 de julio, aproximadamente a las 22:30 horas. Al día siguiente, la jaula junto con sus mascotas había desaparecido y la cobija con la cual cubrían a sus aves durante la noche estaba tirada en el piso.
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De la forma más amable posible los propietarios solicitan la empatía de la zona conurbada para encontrar con sus mascotas. Si alguien tiene informes se puede comunicar al teléfono (833) 110 4952 o a través de redes sociales, donde se ofrece una gratificación.