A mes y medio de que llegue la Nochebuena y la Navidad, mucha gente ya comienza a pensar en cómo decorar su casa u oficina para las festividades, y entonces viene la pregunta esencial ¿poner un árbol natural o artificial? ¿cuál daña menos al medio ambiente?
BENEFICIOS AMBIENTALES Y ECONÓMICOS
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), siempre será una buena opción elegir un árbol natural de productores mexicanos, mismos que no generan ninguna afectación al medio ambiente. Al contrario, estos arbolitos generan diversos beneficios tanto económicos, como sociales y ambientales.
Las plantaciones de árboles de Navidad contribuyen a generar desarrollo económico en las zonas rurales del país, así como a satisfacer la demanda del mercado nacional.
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Además, las plantaciones se establecen en terrenos que alguna vez fueron agrícolas o ganaderos, por lo que al reconvertirlos a terrenos forestales contribuyen a mitigar el cambio climático. Por otra parte, los cultivos permanentes capturan carbono de forma continua, ya que los productores plantan entre 2,200 y 4,000 árboles por hectárea y una vez cosechados vuelven a plantar.
Una vez que concluyan las fiestas decembrinas, el arbolito puede ser transformado en composta para cultivos. Mientras que un árbol de plástico tarda hasta 500 años en degradarse.
EN TAMAULIPAS HAY UN BOSQUE DE PINOS
El cultivo de este tipo de árboles mexicanos se realiza en viveros especializados y requieren de un permiso emitido por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat). En México se cultivan el pino, el abeto, y el oyamel. Donde, de los 20 estados con plantaciones, el Estado de México y la Ciudad de México producen la mayor cantidad de árboles cultivados.
En Tamaulipas tenemos un punto de producción y venta, se trata de el rancho El Capulín, ubicado en el municipio de Bustamante, sobre la carretera nacional Victoria-San Luis Potosí kilómetro 73.5, el cual llega a cultivar, según la Conafor, hasta 300 árboles por temporada.