El exbeisbolista de los Alijadores de Tampico, Arturo Rey Valles, acudió al Museo de la Ciudad de Tampico para donar su jersey, así como la gorra que utilizó cuando militaba con esta novena en la década de los setentas dentro de la Liga Mexicana de Beisbol, en donde logró ser campeón y además jugar en el Parque Alijadores.
Cabe mencionar que la indumentaria de los extintos Alijadores, el expelotero los exhibía en la ciudad de Camargo, Chihuahua, lugar donde nació, así como en la que actualmente continúa radicando, en un negocio de su propiedad, en donde muchas personas lo pudieron admirar a su paso, además de tenerlo como un gran recuerdo.
Objetos utilizados en 1975
Es importante señalar que esta entrega fue en un comodato al Museo de la Ciudad, además de que ambos objetos de vestimenta fueron usados el 28 de Agosto de 1975, justo cuando obtuvieron el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol, dándole aún más plusvalía a los ya mencionados, mismos que podrán ser admirados ahora en Tampico por los aficionados que les tocó vivir esa bella época, así como las nuevas generaciones.
Te puede interesar: Museos de Tampico, lugares para conocer la historia del puerto
Por otra parte, el señor Fermín Barreto de igual manera entregó en comodato una pelota de beisbol autografiada por los jugadores de Alijadores de Tampico pero de la campaña de 1973; entre las firmas destacan la del chihuahuense y considerado mejor pelotero en este tiempo, asimismo en la historia de la LMB, Héctor “Superman” Espino.
También puedes leer: Planean Museo de Sal en Altamira, aquí los detalles
Artículos históricos en el deporte
En este acto de donación al Museo de la Ciudad estuvieron presentes José Ángel García Elizondo; Elvia Holguera Altamirano, directora de Turismo; Jorge Nasrallah Rada y Gabriel Hernández Gonzalez, del Patronato del Museo de la Ciudad Tampico. También estuvieron presentes el historiador David Granados y Alejandra Luna, directora del Museo.
Sigue el canal de EL SOL DE TAMPICO en WhatsApp
Sin duda alguna, esta entrega de artículos históricos en el deporte, llamará en demasía la atención de los visitantes a este Museo de la Ciudad, ya que fue una de las novenas que no solo regaló y adotó cariño de la zona sur de Tamaulipas, sino también de las diferentes plazas de la República Mexicana en donde se paraba a derrochar talento.