La que narraremos a continuación es una historia mezcla de amory suspenso, desarrollada en Ciudad Madero, entre las coloniasObrera y Árbol Grande, justo en las inmediaciones del panteónToca la historia de doña Cuquita, una mujer amorosa y atormentadapor el mal camino tomado por su hijo Rubén, quien en la flor de sujuventud, por una decepción amorosa, cayó en depresión.
El alcohol y las drogas se hicieron presentes generando muchaspreocupaciones a su madre, quien diariamente rezaba un rosario ensu casa de la colonia Obrera para que Dios rescatara a suvástago.
Era ya una mujer mayor, no menos de 70 años, quien el 28 deoctubre recibió una desagradable noticia cuando un chaval de lacuadra llegó corriendo a avisarle que su hijo había sufrido unterrible accidente.
Por días no se supo de ella, ya que las vecinas aseguraban quese había ido a Ciudad Victoria, pero pasados unos meses seenteraron que la mujer había muerto.
Se llevó a la tumba la preocupación de la adicción de suhijo, quien regresó a la casa de la colonia Obrera, en CiudadMadero, donde siguió su consumo a solas, hundido en una terriblepobreza y abandono. “Un día llegó el sacerdote y tocó a lapuerta de Rubén”, narra a El Sol de Tampico Ale Estrella, quienvivió por años en esa zona y conoció la historia contada por sumamá.
Con recelo, Rubén dejó entrar al cura, quien le dijo que unanoche antes una mujer, ya de edad avanzada, había llegado a laiglesia de San Juan Bosco, en la colonia Árbol Grande, pidiéndoleconfesarse. Entre sollozos le pidió al clérigo que ayudara a suhijo Rubén que estaba en problemas de droga, dándole incluso ladirección de dónde podía encontralo, por eso él había acudidoconmovido por el dolor de la mujer.
En una mesa de la casa estaba la foto de Cuquita, -señalando elretrato- el padre dijo: “esa es la mujer que me fue a buscar y mepidió que te ayudara”.
Sorprendido, Rubén, aún embrutecido por las drogas, llamómentiroso al padre...
“Esa mujer es mi madre y está muerta desde hace tres años;es imposible que haya ido”
Soltó molesto y alcoholizado, pidiéndole al cura que sefuera.
Al día siguiente Rubén fue encontrado muerto en su malolientevivienda, dicen que asido a un crucifijo y con el rostro sonriente,al parecer ya reunido con su amorosa madre Cuquita, quien inclusodesde el más allá lo cuidó.
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