En compañía de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, Doña Bony Borjas, Mamá Bony, como es llamada de cariño por su familia, cumplió este sábado 99 años. Comió pollo asado, partió pastel, y festejó cantando las canciones de Antonio Aguilar que tanto le gustan.
"Le ponemos las canciones y ella las repite, se acuerda de la letra y todo, anda con muy buen ánimo”, afirma Armando Sandoval, nieto de Mamá Bony.
CON BUEN ÁNIMO Y BUENA MEMORIA
Nacida en Ciudad Madero en 1923, Doña Bony actualmente se encuentra en cama debido a su dolencias. Sin embargo se mantiene muy lúcida, reconoce a los integrantes de la familia que la visitan y con todos platica. Y se trata de una familia grande: 8 hijos, 22 nietos, 52 bisnietos y 10 de tataranietos.
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“Se acuerda de todo, de la juventud, de los rostros, así nos damos cuenta que se encuentra lúcida, con buena memoria”, dice Armando en entrevista con EL SOL DE TAMPICO.
“NI UNA GRIPITA LE HA DADO”
Como a todos, la pandemia por coronavirus vino a transformar la vida cotidiana de Doña Bony, se tomaron en cuenta muchas medidas para protegerla de un virus conocido por afectar gravemente a adultos mayores. Tapetes, desinfectantes y cubrebocas pronto rodearon su casa, de manera que ella ha permanecido sana en todo este tiempo.
“Gracias a Dios con todos los cuidados y con la seguridad, ella no se infectó del virus. Mis tías la estuvieron atendiendo, e igual no salían para que no se enfermaran, pero se logró que no se infectara; ni una gripita le ha dado”, explica Armando.
RECUERDOS VIVOS
En el casi siglo de vida que le ha tocado recorrer a Mamá Bony, no solo ha atestiguado una pandemia, también hay momentos históricos que se mantienen muy vivos en ella. En especial las catástrofes producidas por los dos ciclones que asolaron la zona sur de Tamaulipas, y que causaron destrucción, inundaciones y muerte entre la población.
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Ella tuvo que vivirlo junto a sus hijos en su casa en Ciudad Madero. “Nos ha platicado sobre cómo pasó los huracanes, el Hilda y el Inés, con mis tíos bien chicos en un cuarto de madera, amarrados con mecates para que no se los llevara la tormenta”.
SIEMPRE GENEROSA
Pero Doña Bony se mantiene de buena actitud y sigue manteniendo un rasgo que desde siempre la ha caracterizado: su generosidad.
“Ha sido muy generosa con todos sus nietos y bisnietos, siempre apoyándonos a todos siempre preocupándose por cada uno de nosotros, que cuando venimos a verla lo primero que dice es: ‘pásale a comer’, o ‘pásale a cenar’; siempre está preocupándose por todos. Y cuando nos despedimos de ella, nos da un billetito para el pasaje, parejo con todos”, dice Armando.