Después de 40 años Don Venancio Castillo, originario de Palmillas, volvió a visitar Playa Miramar, durante su juventud relata que vivió un tiempo en el sur de Tamaulipas hasta que se fue a trabajar al altiplano y que por circunstancias de la vida se quedó a radicar allá.
Sentado en una silla de plástico bajo una carpa, el hombre de 64 años de edad disfruta de canciones, unas las tararea, mientras que otras, que son de mayor agrado, las baila, levantando la arena blanca de la playa con su calzado.
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“La playa ya está muy cambiada, ahorita está mejor, tenía como 40 años que no venía a Playa Miramar”, relata.
El viaje valió la pena
Dice que las más de cuatro horas de viaje para recorrer los 320 kilómetros por carretera han valido la pena para apreciar lo bonito que se ha puesto este destino turístico.
“Estamos disfrutando de esta bella playa junto a las demás personas y con canciones bonitas. Me gusta mucho la música, me gustan los huapangos”, comenta.
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Con una camisa a cuadros, pantalón de mezclilla negro y su tradicional sombrero, Don Venancio respira el aire fresco al tiempo que la brisa le da de frente, en el que es considerado uno de los mejores destinos turísticos por carretera y el máximo destino de Tamaulipas.
No viene solo
Junto a él, está su pareja, la señora Tomasa Padilla, quien comenta que es la primera vez que disfruta del mar, que para ella es todo un espectáculo de la naturaleza.
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“Se iba a venir solo pero me dijeron que lo acompañara para disfrutar de este viaje aquí al sur del Estado. Yo nunca había venido a la playa, es la primera vez que estoy conociendo el mar y me ha parecido un lugar muy bonito, yo sí regresaría después, si Dios nos presta vida”, relata.
Don Venancio y Doña Tomasa son parte de los 30 abuelitos que forman la delegación del Club del Adulto Mayor que coordina el Sistema DIF de Tamaulipas. Ahora ambos visitan Playa Miramar después de cuatro décadas.
