Una de las profesiones un poco reconocida pero esencial para quienes se dedican a la pesca, es el de reparador de lanchas, un personaje que utiliza sus conocimientos y paciencia para dar nueva vida a las embarcaciones afectadas por el uso diario.
Un claro ejemplo, es Don Antonio Sotelo quien por casi una vida se ha dado a la tarea de darle mantenimiento a esos navíos que tienen que surcar los sistemas lagunarios así como salir a mar abierto enfrentándose a cualquier adversidad.
El altamirense en una plática amena con El Sol de Tampico, mencionó que esta profesión le ha dado grandes bendiciones y a quien no solamente ha podido darle sustento a su familia sino también en cada una de esas lanchas ve un trabajo realizado que traerá beneficios a la comunidad.
A un costado de la laguna del Champayán
Comentó que él sale desde muy temprana hora de su hogar;prepara sus herramientas y se traslada a un costado de la Laguna del Champayán, en donde todos los días no importando el calor o frío pule esas embarcaciones que le fueron entregadas a resguardo para darle nueva vida.
''Normalmente me encuentro reparando las lanchas que presentan detalles, que se rompen, se estrella o estuvieron a punto de hundirse. Son cosas que puede pasar de un momento a otro Pero qué afecta el bolsillo de quién se dedica la pesca”.
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Explicó que cada una de las reparaciones es única ya que si bien es cierto el realizar un navío desde cero algo esencial, es de igual forma importante dar esos detalles esenciales para resolver de manera permanente alguna fuga que impida a los pescadores volver a salir a realizar su actividad.
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“Para muchos de los compañeros es preferible reparar su lancha ya que comprarse una nueva en esta época es muy cara y difícilmente podrán hacerlo debido a que vienen saliendo de una sequía que los dejó sin pescar”.
No es una ciencia
Reconoció que para algunas personas su actividad puede ser muy complicada, sin embargo para él no es una ciencia, ya que desde muy joven se ha dedicado al manejo de la resina y el catalizador que al unirse les permite crear esa pasta con la cual fortalece la coraza de la embarcación.
Don Antonio Sotelo, explicó que por semana su trabajo puede variar ya que cuando se trata de darle nueva vida a esas embarcaciones , dependen de las averías que tenga, en el caso de ser mayores sólo puede atender dos y si son mínimas hasta seis.
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Don Antonio Sotelo destacó que en su caso como reparador de lanchas la recomendación que le hace a sus clientes es tratarlas bien ya que son parte esencial para el sustento de su familia y sobre todo no deben olvidar que ya hay menos personas dedicadas a esta profesión un poco olvidada pero esencial para darle nueva vida a las lanchas de quienes salen a pescar a los sistemas lagunarios y el mar en Altamira.