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Se describe como un estudiante dinámico al haber formado parte de las sociedades de alumnos y como profesionista de carácter gregario.
Es director médico de conocido hospital privado, además de contar con experiencia en el Hospital Regional de Pemex durante 17 años y haber sido consejero de la Beneficencia Española de Tampico.
A Álvarez Viaña se le atribuye la fundación de la campaña de donación de cirugías de labio y paladar hendido, curación de secuelas de quemaduras a través del Club Rotario Tampico, acciones gratuitas para personas de escasos recursos en colaboración de anestesiólogos y hospitales privados.
Fundó el Colegio de Cirujanos Plásticos de Tamaulipas, su incansable labor ha sido merecedora de múltiples reconocimientos como el galardón de “Cirujano Plástico Distinguido” otorgado por la Sociedad de Cirugía Plástica Mexicana en 2017.
La UAT puso hace ocho años a una de las aulas de la Facultad de Medicina su nombre al cumplir treinta años de servicio como catedrático y ser formador de médicos. En el marco del Día del Médico nos concedió una entrevista exclusiva.
¿Cómo describe ser el director de una de las escuelas de medicina más importante del país, en la que además se forjó como estudiante?
Una responsabilidad de tiempo completo, que hace cinco años me encomendaron y acepté para agradecer todo lo que tengo por las bases que me dieron aquí los maestros, una misión que me ha ayudado a cumplir el tener un equipo multidisciplinario de gente más inteligente que yo que hacen que esta escuela esté funcionando con el prestigio que siempre ha tenido. Cuando se toma el cargo sabes que eres el ejemplo para todos los estudiantes, esto te obliga a hacer las cosas bien pero sobre todo a ser muy responsable, muy cumplido, para llenar esa imagen que esperan los alumnos de lo que es un médico.
¿Cuál es el mensaje más importante hacia su cuerpo de estudiantes?
“La superación siempre, a mí desde muy niño me surgió la intención y la vocación de ser médico porque yo creo que la carrera de medicina se hace por vocación, hay gente que dice que es una carrera muy difícil, es cierto que es una carrera que te quita mucho tiempo, pero si estás haciendo lo que te gusta y estudias lo que te gusta no creo que te cueste trabajo, es lo que les digo yo a los alumnos, si se meten a la carrera y piensan que van hacer dinero están equivocados. Si la llevas bien y haces las cosas que te gustan te traerá satisfacciones económicas, pero lo importante no está en el dinero, sino en la ética que te rige como médico.
¿Qué cree que esté fallando entre las nuevas generaciones de médicos?
Cuando era estudiante, orgullosamente UAT, aprendí mucho, sobre todo el respeto a nuestra carrera, la ética es una cosa que tratamos de influir entre los alumnos que no solamente sean buenos médicos sino que sean médicos buenos, que no es lo mismo. Pero lo importante es que sean respetuosos el ser éticos, por eso les damos lecciones de moral, aparte de sus clases de medicina, que es importantísimo ante esta pérdida de valores.
Lo grave de la medicina actual es que los médicos ven la carrera de forma mercantilista, yo te veo y si no me pagas no te veo, eso antes no se veía así, anteriormente el médico se equiparaba a un sacerdote se te llamaba a la hora que fuera se acudía a domicilio, hace falta ese amor a la carrera.
¿De qué manera influye la competencia entre escuelas, en la formación de los nuevos médicos?
Insisto mucho en que la competencia que hay que tener es con uno mismo, que se preocupen por hacer las cosas bien, de hacer las cosas perfectas y todo viene por añadidura. Les digo a mis alumnos, si hacen las cosas bien, te irá bien en la vida.
Lo que estoy peleando es que se hable de que los médicos de Tampico sean los mejores de la República, no importa que vengan de la UNE, del ICEST, del IEST o de la UAT, debemos preocuparnos todos los directores de sacar nosotros un producto de excelencia, hacerles entender a los nuevos médicos que la competencia está con uno mismo y por eso me he dado a la tarea de reunir a todos los directores de todas las escuelas y todos estuvieron de acuerdo en trabajar conjuntamente; cada quien preocupándose desde su escuela, no estar peleando unos con otros.
¿Qué hace falta para tener una mejor calidad educativa en la rama médica?
Nos falta apoyo económico, con un poco más de apoyo haríamos milagros, yo estoy peleando por tener mejores laboratorios, grupos de investigación, maestros con mejores salarios, pero es como todo, comenzamos por tener un estudiante integral, que tenga aspecto, comportamiento y que hable como médico. Por eso constantemente ando supervisando los pasillos para constatar que los estudiantes anden pulcros y que su comportamiento sea de bien”.
¿Qué legado le gustaría dejar a la comunidad académica por su trabajo como director y qué se requiere para lograrlo?
Me encantaría que se hiciera un Hospital Universitario, sería un sueño, con eso podría decir yo que mi paso por la dirección de medicina no fue en balde; para eso se necesita la ayuda de rectoría y del gobierno, sé que es un proceso muy ambicioso, pero es necesario, tenemos el apoyo de la zona para tener un hospital y material humano nos sobra.
¿Qué meta le hace falta por cumplir dentro de su trayectoria?
Tengo una visión de pensar siempre hacia adelante, de estar viendo en qué puedo servir, ya cuando no pueda operar me pondré a pintar y cuando no pueda a esculpir y cuando no pues a ver qué, pero siempre inquieto. Dice mi señora que cuando me muera mis cenizas las pondrá en un reloj de arena para que siga trabajando después de muerto.
Soy muy inquieto y siempre en la mente de hacer las cosas bien cuidadas, en hacer la proyección de las etapas de mi vida de manera cautelosa, pero siempre activo.
El médico, director y ejemplo a seguir entre la comunidad estudiantil, es además gran impulsor de la cultura en la localidad, fue colaborador con la señora Gilda Appedole (+) en la construcción del Espacio Cultural Metropolitano de Tampico, además de haber sido presidente e integrante de la Asociación de Acuarelistas y organizar eventos de recreación a lado de la fundación “Mary Jones” de Cáritas de Tampico y de los Clubes Rotarios de la zona
Profesionista de trato agradable, apacible y cordial es el doctor Enrique Álvarez Viaña, médico cirujano, especialista en cirugía plástica y desde hace cinco años director de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas Centro Sur. De esta Alma Máter egresó en los años 70, posteriormente realiza sus estudios de especialidad en el Instituto de Cirugía Plástica y Reconstructiva de Guadalajara, en Jalisco.
