El magisterio pugnará por la aplicación de una segunda dosis, de comprobarse que la vacuna CanSino de unidosis que se administró en el mes de abril en Tamaulipas reduce tras medio año su eficacia.
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Y es que la incertidumbre prevalece entre los docentes, tras que la farmacéutica indicara que se encuentra realizando ensayos clínicos para que con una segunda dosis se alcance un nivel más alto de protección, lo que ha generado desconfianza sobre el biológico chino.
“De ser necesario por supuesto que sí, estamos pugnando por la salud del trabajador de la educación, de ser necesaria una segunda dosis lo exigiríamos a las autoridades que se aplique”, indicó Jaime Olvera Cárdenas, representante del SNTE en Tampico.
Dijo que si bien no existe una psicosis entre el gremio “si se han hecho comentarios sobre si tendremos o no que aplicarnos la vacuna nuevamente”, por lo que aseguró estarían a la espera de la resolución de la autoridad, ya que no tienen una fecha para una segunda jornada.
En este sentido recordó que cuando se les aplicó la vacuna se les indicó por parte del personal de brigadas que a los seis meses recibirían una dosis de refuerzo, sin embargo, no fueron notificados por la autoridad de salud.
“En el momento nos dijeron que se tenía que reforzar cada seis meses, pero no nos dan fecha ni con formalidad nos los han confirmado, fue un comentario que se nos hizo”.
En la conferencia diaria de coronavirus de este martes, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, indicó que se realizarán pruebas para comprobar si se requiere de una segunda dosis de CanSino, aunque enfatizó que de momento no existe evidencia científica sobre esta hipótesis.
“En el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición el científico responsable del estudio clínico de CanSino está conduciendo una extensión para probar esta hipótesis de que la inmunidad recae y que posiblemente con una segunda dosis se mantiene por mayor tiempo”.
Cabe recordar que la vacuna contra el Covid-19, era una de las condicionantes que se tenía para el reinicio de clases presenciales, garantizando de esta manera la protección y salud de los menores de edad para quienes no se han autorizado vacunas en México.