Divorcio eclesiástico, al alcance de los católicos

En 2015, el Vaticano dio a conocer una reforma del Papa Francisco para anular los matrimonios eclesiásticos, cuya principal característica será un proceso jurídico “breve” y “gratuito”

Mirna Hernández | El Sol de Tampico

  · lunes 13 de julio de 2020

Foto: Vladimir Meza | El Sol de Tampico

El “Sí Quiero” en el altar no siempre sale del corazón o del alma. Quizá sea libre o consciente, pero probablemente la decisión del matrimonio religioso resultó de un periodo de inmadurez, la presión familiar por un embarazo inesperado o hasta de la dependencia excesiva hacia la madre o el padre, que puede pesar mucho en la vida de pareja y poner fin a la promesa “hasta que la muerte nos separe”.

En México, cada año se celebran alrededor de 550 mil bodas civiles, pero en la última década, el índice de divorcios aumentó 136.4% y aunque los procesos para la separación legal son en el presente menos engorrosos, ¿qué tan fácil resulta conseguir la nulidad matrimonial católica?

La creencia popular es que si un fiel católico ha contraído casamiento a través de la Iglesia con antelación no podrá volver a casarse ni confersarse y comulgar. Sin embargo, este dato es falso, pues las leyes eclesiásticas permiten el proceso de nulidad matrimonial con la finalidad que los devotos puedan contraer nuevas nupcias y mantengan su vida sacramental.

El Pbro. Javier Maldonado Villegas, vicario judicial adjunto de la Diócesis de Tampico, expone que el 8 de diciembre de 2015, el Papa Francisco reformó las leyes y mediante el Motu Proprio: Mitis Iudex Dominus Iesus; aumentando la accesibilidad a las personas para poder iniciarlo y disminuyendo tiempo en el tortuoso proceso para invalidar la unión católica.

¿En qué consiste el proceso de nulidad?

Aunque pocos los saben, desde inicios de los 90s, en la Casa Juan Pablo II existe el Tribunal Eclesiástico, conformado por cinco sacerdotes con Licenciatura en Derecho Canónico y teniendo como juez principal al obispo en turno, quien tiene la facultad de emitir la declaración de nulidad, una vez que sus coloboradores han reunido y documentado las pruebas necesarias.

El primer paso, explica el sacerdote, quien se especializó en Derecho en la Universidad Pontificia de Roma es que el interesado haga la solicitud por escrito al tribunal, redacte su historia a partir del noviazgo, detalle la problematica de su vida matrimonial y las causa que llevaron a la separación para que fundamente su petición.

“Para nosotros lo importante es qué ocurrió en el noviazgo, qué factores contribuyeron para la celebración del matrimonio y finalmente pesaron en la separación”.

La solicitud debe estar acompañado de documentos como acta de bautizo, de nacimiento, de matrimonio, divorcio civil, además de presentar testigos, pruebas testimoniales o documentales.

Para la Iglesia Catolica es imprescindible buscar la verdad y defender el matrimonio como un sacramento para toda la vida y que solo la muerte pueder romper, pero los sacerdotes especializados hacen un estudio concienzudo para encontrar pistas y declarar si es aceptada o no la peticion de disolución.

Aunque no es obligatorio el mutuo consentimiento de ambos cónyugues, ya que solo uno de ellos puede iniciar y seguir el curso del procedimiento, sí se convoca al demandado para que comparezca.

Así, la Iglesia juzga con derecho propio y exclusivo sobre la validez o invalidez de un matrimonio canónico, con el fin de dictar la declaración de nulidad de un matrimonio y brindar una línea de justicia.

Pero, ¿quiénes piden la disolucion religiosa?

La edad promedio de los interesados en disolver los vínculos religiosos va desde los 35, hasta los 50 años de edad y son principalmente mujeres las que acuden a hacer la solicitud del procedimiento, que puede llevar de 4 a 6 meses.

El Pbro. Javier asegura que el matrimonio religioso no es un ritual en decadencia en nuestro México , pues el 80% de su poblacion es católica y esta forma de legitimar la unión de los contrayentes ante los ojos de Dios sigue siendo aceptado entre las parejas jóvenes.

Acepta que sí va en aumento la cifra de personas con interés en romper el vínculo matrimonial religioso, pues muchos han formado nueva familia, empero pueden tener una vida sacramental plena y por eso buscan hacerlo, para regresar a la confesión y al sacramento de la eucaristía.

El Obispado de Tampico recibe un promedio de tres o cuatro solicitudes de información a la semana y quienes desen obtenerla pueden llamar al teléfono 833-212-2810 de la Casa Juan Pablo, de lunes a viernes de 9 a 2 de la tarde.