El segundo huracán de la temporada 2024 en el Atlántico está causando revuelo. Actualmente categoría 4, Beryl ha sido comparado con otros huracanes importantes, como Gilberto de 1988 y Emily de 2005. Descubre cuáles son las similitudes y diferencias entre estos tres eventos meteorológicos.
La Real Academia Española (RAE) define un huracán como “un viento muy impetuoso y temible que, a modo de torbellino, gira en grandes círculos, cuyo diámetro crece a medida que avanza apartándose de las zonas de calma tropicales, donde suele tener origen”. El Museo de Ciencias de Puerto Rico considera a los huracanes como “los fenómenos atmosféricos más violentos de la naturaleza”.
¿En qué se asemejan y diferencian Beryl, Gilberto y Emily?
El “Historical Hurricane Tracks” de EU (Registro Histórico de Huracanes, HHT por sus siglas originales), indica que una de las similitudes es que tanto Beryl como Gilberto se convirtieron, en 1988 y 2024 respectivamente, de disturbios en depresiones tropicales en distintos puntos de la zona de Barbados.
De igual manera, ambos tocaron tierra siendo categoría 4. No obstante, en 1988, Gilberto azotó en Jamaica. Mientras que Beryl en el 2024 causó estragos en Carriacou, isla en Granada.
A través de redes sociales, Américo Villareal Anaya, gobernador actual de Tamaulipas, aseguró que “el huracán Emily guarda similitudes con la situación actual”. Esto con referencia al pronóstico de trayectoria de Beryl que apunta que arribará a las costas del centro noreste de Tamaulipas el día domingo 7 de julio.
Sin embargo, mientras que Emily en el 2005 ingresó por San Fernando, Tamaulipas, como un huracán de categoría tres. Los actuales pronósticos del Centro Nacional de Huracanes de EU (NHC, por sus siglas en inglés) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) apuntan que Beryl llegaría al Estado como depresión tropical.
Cada fenómeno meteorológico es único en su naturaleza
El Centro Nacional de Huracanes de EU (NHC, por sus siglas en inglés) apunta que si bien cada ciclón tropical es simétrico y se forma como un sistema de baja presión con actividad de tormentas eléctricas, de núcleo cálido; cada evento meteorológico presenta un tipo diferente de oleaje, velocidad de viento, presión central y dirección.
Los huracanes, como todo fenómeno climático, suelen ser impredecibles. A pesar de que los pronósticos de trayectoria y aumento o descenso de categoría de las dependencias oficiales suelen ser acertados, siempre existe margen de error.
En 1988, Gilberto alcanzó una velocidad de viento de 296 km/h y una categoría máxima de 5. Cuando llegó a Tamaulipas en septiembre de ese año, lo hizo como categoría 3 con vientos sostenidos de 203 km/h.
En julio de 2005, Emily tocó tierra en el Estado como categoría 3, también con vientos sostenidos de 203 km/h. Al igual que Gilberto, Emily llegó a ser categoría 5, pero su velocidad máxima de viento fue de 259 km/h.
Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp
En 2024, se espera que Beryl, el segundo huracán de la temporada 2024 en el Atlántico, llegue a las costas de Tamaulipas como tormenta tropical. Lo cual implica que la velocidad del viento y la altura del oleaje será menor a las experimentadas en 1988 con Gilberto y en 2005 con Emily. Sin embargo, en lo que estos tres fenómenos meteorológicos coinciden es que, cada uno en su momento, tuvo la capacidad de generar sorpresas.