En Tampico y su zona metropolitana hace más calor, apenas llueve y el clima se torna muy sofocante, incluso las emanaciones de la refinería son más notables; eso no es casualidad, ni castigo divino, son los efectos del cambio climático que ahora ya forma parte de nuestra realidad.
Este 24 de octubre se conmemora el Día Internacional del Cambio Climático, que según la Convención del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMUCC), este se entiende como un cambio del clima atribuido directa o indirectamente a las actividades humanas que altera la composición de la atmósfera mundial.
“La mitad del problema del cordón litoral es por el cambio climático, la época de estiaje se ha ampliado, es por eso que hay sequías mas prolongadas y menos brisa”, dijo a EL SOL DE TAMPICO, el director de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente y Ecológico (Ambientam), Miguel Ángel Verástegui Cavazos.
“La contaminación de la refinería y de las petroquímicas es más fuerte porque hay menos brisa, la brisa es un factor de dispersión, ayuda a que los gases se vayan rápido”, sostuvo.
TAMAULIPAS Y EL PROGRAMA DE CAMBIO CLIMÁTICO
Aunque no se ha tenido conocimiento de sus acciones y muchos ignoran de su existencia, Tamaulipas cuenta con un documento profesional sobre el cambio climático que incluye proyecciones hasta el 2030.
El Programa Estatal de Cambio Climático de Tamaulipas 2015-2030 (PECC) contempla 6 ejes estratégicos y 49 líneas de acción encaminadas a disminuir la emisión de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Estos ejes son: impulsar el uso de energías renovables con producción de energía eólica y solar, incrementar la eficiencia en el consumo energético, promoción del transporte público mediante una reingeniería de la tenencia vehicular a fin de integrar un fondo para el mejoramiento de las unidades, impulso al manejo sustentable del sector ganadero y forestal.
Además del manejo integral del tratamiento de las aguas residuales y mejoramiento de la base de datos Generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el estado tamaulipeco.
Con el cumplimiento de estas medidas, expertos del PECC consideran que las emisiones de dióxido de carbono y de GEI disminuirían para el 2030.
ESCENARIOS QUE CAUSAN ALARMAS CLIMÁTICAS EN TAMAULIPAS Y LA ZONA SUR DE ESTA
Según el Programa Estatal de Cambio Climático de Tamaulipas en Tampico, Ciudad Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo la temperatura podría aumentar de 3.5 a 4.5 grados centígrados en el escenario más drástico proyectado hasta el 2039.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) apuntó que las lluvias disminuirán de 70 a 90 mm por año. “Las proyecciones del clima para Tamaulipas indican que este será más cálido y menos húmedo para finales del siglo XXI”, según advirtió el estudio.
Mientras que las costas del centro y norte del Golfo de México se mantendrían estables, podría haber problemas en la zona sur. “Ciudad Madero y Altamira en particular, se encuentran en una situación crítica de exposición a riesgos por la elevación del nivel medio del mar debido a la concentración de población e infraestructura productiva -turismo, refinería, instalaciones petroleras, el Puerto Industrial de Altamira y el Puerto de Tampico”, señaló el PECC.
EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LAS AFECTACIONES EN EL CAMPO TAMAULIPECO
Tan sólo en un año, productores del norte de Tamaulipas han padecido tres veces los efectos del cambio climático, lo que disminuyó su producción de sorgo en al menos 12%. El gerente de la Unión Agrícola Regional del Norte Tamaulipas (UARNT), Juan Manuel Salinas, explicó que se encuentran afectados por los atípicos fenómenos; en agosto del 2020 les pegó la sequía, en febrero del 2021 les cayó la helada y en este julio una fuerte lluvia disminuyó la cosecha.
“El año pasado tuvimos sequía, altas temperaturas, baja producción, este año nos pegaron tres fenómenos meteorológicos, el año pasado hubo un promedio de 6 a 8 pulgadas menos de lluvia en el Valle de Texas”, declaró.
Este fenómeno de reciente lluvia disminuyó la producción de sorgo de este año, ya que esperan llegar a unas 900 mil toneladas de sorgo, cuando el año pasado fue de un millón 300 mil.
“El 14 de febrero se nos presentó una helada, nos dañó 450 mil hectáreas, resembramos, prácticamente se cosecha sorgo en abril y mayo, ahora andábamos cosechando en junio y julio y en julio se nos viene una serie de precipitaciones continuas que sí nos afectaron la calidad del grano”, explicó.
FALTAN ACCIONES DE LAS AUTORIDADES
El ambientalista Verástegui Ostos apuntó que aunque los municipios están obligados a realizar acciones para disminuir el impacto del cambio climático.
“Es obligatorio que cada municipio tenga su reglamento de cambio climático ¿qué tal?. En todo el estado no lo hay como tal, un esbozo hace muchos años”, apuntó el ambientalista.
Señaló que los atlas de riesgo de Tampico, Madero y Altamira tampoco se encuentran actualizados para combatir este problema, dijo Verástegui Ostos.
“No consideran los factores del cambio climático como situaciones extremas de peligro para los ciudadanos, el último atlas de riesgo regional data del 2013”, afirmó por último.
EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA PANDEMIA DEL COVID-19
La pandemia del coronavirus generó desempleo y pobreza en los países menos desarrollados, sin embargo, el cambio climático tampoco les dio tregua y hay regiones que enfrentan desde la sequía hasta las inundaciones en medio del aislamiento y sin recursos, esta situación podría replicarse en México y Tampico.
“En un escenario global de pesimismo, incertidumbre y deshumanización, la lucha frente al Covid-19 y el cambio climático debe ir siempre acompañada de una palabra: solidaridad.
Desde Ayuda en Acción creemos que estos dos desafíos globales, tan fuertemente conectados, no pueden resolverse si no entendemos que todos y todas somos parte de la solución”, apuntó la escritora Begoña Rodríguez para organización no gubernamental Ayuda en Acción.