Cuando ocurre un accidente o una situación de riesgo mayor, las personas se alejan para cuidar su integridad. Sin embargo, mientras ellos se van, los periodistas y fotoperiodistas se acercan para, desde su experiencia, contar el hecho y esto es lo que ha ocurrido dentro de la pandemia del coronavirus que llegó para sacudir al mundo.
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Hoy, 4 de enero, en México se celebra a estos profesionistas en memoria del fallecimiento en 1926 de Manuel Caballero, considerado el primer periodista en el país y EL SOL DE TAMPICO mira hacia su interior y conversa a periodistas que desde que comenzó la pandemia, pese al riesgo que implica, salieron a trabajar en busca de historias e imágenes reales que se convirtieron en exclusivas.
Nudia Toscano, reportera de esta casa editorial, quien cubre diariamente la fuente de salud, informó que en Tamaulipas había una alerta epidemiológica por un paciente sospechoso al virus, hecho que fue confirmado dos días después por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera.
“Pregunté, ¿va a llegar (la pandemia)? Ella me dijo: ‘claro que va a llegar y estamos preparados’, yo pensaba que no llegaría en marzo por las acciones que se estaban realizando y de las que estábamos informando, me sorprendió que llegó con poca diferencia a la Ciudad de México”, recordó.
“Escuchar a los médicos llorar y sufrir por un familiar que está muy enfermo o que llevaron un contagio a casa, esa carga que ellos traen me ha impresionado”, agregó.
Utilizando hasta tres cubrebocas, careta e incluso guantes durante los primeros días, la periodista acudió a las instituciones médicas para ver con el paso de los días como fueron llegando más y más pacientes contagiados.
“Aunque llevo la noticia y trato de estar muy al pendiente de la información, al final de cuentas llevo mi vida después del trabajo, cuando fue el pico máximo de la pandemia que contamos 300, 400 casos, sí tenía problemas de ansiedad, no podía dormir bien de pensar cuántos casos había”, expresó.
EN LA CALLE PARA ENCONTRAR LA HISTORIA
José Luis Tapia, fotoperiodista de EL SOL DE TAMPICO, recordó cuando fue a cubrir el traslado de pacientes infectados al Hospital General “Dr. Rodolfo Torre Cantú” de Altamira, habilitado por las autoridades para atender únicamente a pacientes con este virus y donde descubrió que una mujer reportada como fallecida desde dos días antes aún estaba con vida.
“Dentro de esta confusión declararon muerta por Covid-19 a la mamá de la señora Fabiola, ella corrió a la ambulancia a tratar de despedirse, a tratar de tocarla, era su madre, la tocó y se dio cuenta de que estaba viva”, relató.
“Empieza a gritar ‘mi madre está viva’, yo la entrevisté y podías sentir la desesperación y el dolor. Fue todo muy rápido, no bajé la cámara; yo fui a cubrir un tema y surgió esta historia, tomé el momento donde toca a su mamá, fue nuestra portada”, añadió.
Recordó cuando su amigo Julio, que había estado muy grave e internado por coronavirus, salió al fin del hospital.
“En EL SOL DE TAMPICO no paramos y fue como pudimos contar historias, así como me tocó ver la muerte y el desempleo, me tocó ver la recuperación de Julio. Bendito Dios me tocó retratar cuando venció al Covid-19, al salir del hospital se pone rodillas, da gracias a Dios y yo tomé la foto”, apuntó.
TAMBIÉN TIENEN FAMILIA
Aunque no se cuenta con un reporte oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo Press Emblem Campaign (PEC), con sede en Ginebra, estimó que al 31 de diciembre de 2020, 602 periodistas han fallecido víctimas del coronavirus, ubicando a México en el cuarto lugar con 45 profesionistas.
Alejandro del Ángel, fotoperiodista de esta casa editora, destacó que tomar fotografías afuera de los hospitales o laboratorios le generaba la preocupación de llevar el virus a casa.
“No solo era que yo me contagiara, era el tema de que en la cámara o el celular yo llevara el virus. Me impactó ver demasiados enfermos y no poder hacer nada más que transmitir lo que estás viendo, eran demasiados y quizá el personal médico no era suficiente”, reconoció.
Señaló que -con la pandemia- hechos comunes como ingresar al área de urgencias de un hospital se convirtió en algo imposible o, cuando menos, muy complicado.
“No nos había tocado andar con cubrebocas del diario, nunca había visto una situación así, había que tomarlo, desde lejos, no había ingresos a hospitales y tampoco era seguro”, dijo.
Por su parte, Tapia, como se le conoce en el sur de Tamaulipas, destacó que Jacky y Alex, sus hijos, aprendieron a cuidarse al grado tal de que saben que no pueden abrazar a papá cuando llega a casa después de una jornada de trabajo.
LA PANDEMIA NO HA ACABADO
Nudia, Alejandro y José Luis, los tres periodistas, desde la perspectiva que les da recorrer diariamente las calles, advierten a la población que la pandemia no se acabó con el cambio de año, por lo que invitan a la población a cuidarse.
“No puedo ser irresponsable cubriendo salud y contagiar a mi hijo, no me perdonaría contagiar a mi bebé, porque creo que cubrir e informar a la población me tiene que hacer consciente de la situación que se enfrenta”, destacó Nudia.
“Se nos olvida que tenemos que salir con cubrebocas, se nos olvida que todavía no es seguro salir, que tenemos que seguir en confinamiento, se nos olvida que existe el riesgo de morir allá afuera”, añadió.
“Somos un pueblo resiliente, tenemos la capacidad de sobreponernos, de salir adelante, y así va a ser; tenemos que aprender de lo vivido, de lo malo, de los que ya no están y del personal médico, tenemos que salir adelante”, concluyó José Luis.