Refrescante y bien fría, clara u oscura; en lata, botella o en vaso “chelero”; sea cual sea la versión y la forma en que prefieras tomarla, lo que no cambia es el hecho de que la cerveza es considerada como un elixir de los dioses por muchos mexicanos. Sin embargo, aunque es la bebida preferida para aderezar desde reuniones familiares o bohemias, muy pocos conocemos el esfuerzo y la dedicación que hay detrás de cada trago.
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Cuando acostumbras a beber cerveza artesanal es difícil encontrar la marca que te gusta, sobre todo si es una producción muy local, explicó Miguel Márquez.
El oriundo de Aguascalientes llegó a Tampico hace un año y se enfrentó al reto de despedirse de muchos de sus seres queridos y también de su casa cervecera favorita. Pero como dice el dicho, “cuando se cierra una puerta, se abre otra”, y eso fue precisamente lo que lo motivó a emprender y producir Costamar.
“Dije, bueno, ¿qué tan difícil puede ser?”, soy estudiante de ingeniería industrial en el Tec de Monterrey Campus Tampico y siempre he tenido la visión de buscar cómo hacer y mejorar las cosas, de detectar áreas de oportunidad, y eso hice”, describió en entrevista para El Sol de Tampico.
EL TOQUE TROPICAL
“Es un contraste muy grande vivir en el centro de la república, donde batallamos por un poquito de agua, y luego llegar a la costa. Es algo impresionante y para mí es bellísimo estar en el mar, me encantaba ir antes de la pandemia incluso a jugar con mi perro entre las olas”, dijo el emprendedor.
Asegura que “quería que mi marca reflejara eso que me encanta, es algo que yo no había tenido la oportunidad de vivir”, mencionó el joven de 21 años al indicar que precisamente la costa maderense lo inspiró para “bautizar” su cerveza.
PROCESOS Y TRANSFORMACIONES
Pese a que todo suena muy alentador, la realidad es que fabricar tu propia cerveza artesanal es un verdadero reto. “Viene desde aprender y entender qué es lo que te estás tomando, a conocer a fondo el proceso”, comentó Miguel.
En este punto, describió que la fórmula básica de una “chela” artesanal solo lleva grano, lúpulo, agua y levadura, sin embargo, los procesos y la serie de transformaciones, así como las medidas exactas para obtener el resultado ideal requieren amor, paciencia y mucha dedicación.
“Es un estira y afloja de probar las recetas y pensar a qué quiero que sepa; usar las proporciones adecuadas, elegir granos puros o tostados; el tipo de lúpulo, saber si quiero que huela a flores, a frutas o que solo le dé amargor a mi cerveza. Entonces es desde esa parte, desde el conocer la teoría hasta ponerla en práctica y sí es un proceso largo”, remarcó. Al respecto, recordó que posteriormente a su elaboración, debe pasar alrededor de un mes para probarla, “y si dices “no me encantó”, pues se viene otro proceso de varias semanas. Además, puede sufrir contaminación y debes desecharla; pero de eso se trata, de ir adquiriendo experiencias y conocimientos hasta llegar a la cerveza ideal”.
AGRADABLE AL PALADAR
Uno de los tabúes en torno a la cerveza artesanal es que es demasiado amarga; con el objetivo de ir eliminando las barreras para este producto, Miguel diseñó tres recetas que tienen un sabor amigable.
“Quiero que este tipo de cerveza sea algo que quienes desconocen de cervezas artesanales puedan empezar a probar y descubrir todo este mundo”, expresó, enfatizando que beber una cerveza “al final de cuentas es una experiencia donde tienes que disfrutar el olor, el sabor y el momento en que la estás bebiendo. Mi objetivo es que la gente que no está muy adentrada en lo artesanal pueda encontrar en ella un sabor amigable”.
¿A QUÉ SABE?
Estilos hay muchos, sabores, colores y hasta texturas o amarguras varían dependiendo el productor. En esta ocasión, el fabricante de Costamar nos explicó a qué saben sus cervezas artesanales.
-American Pale Ale: Su color dorado va acorde a su sabor; Miguel la describe como “la APA ideal” debido a que sabe a malta y es agradable para adultos de todas las edades. Contiene 5 % de alcohol.
-Irish Red Ale: Su color es más rojo o ámbar, como su nombre lo dice. Su base es de malta, tiene 4.4 % de alcohol y el carácter del lúpulo es distintivo ya que al final logra un sutil toque cítrico. “No es tan común en el estilo clásico de esta cerveza, pero busca ser más amigable”.
-Oatmeal: Es una cerveza tan negra como el universo que tiene el amargor perfecto para combinarla con chocolate; “es totalmente negra y muy oscura; tiene el ingrediente especial de la avena que le da muchísimo cuerpo y, aunque se ve muy robusta, tiene un sabor dulce donde sientes la avena”, indicó su creador. La oatmeal tiene un lúpulo maderoso que le brinda su sabor fuerte.