La mañana de este viernes elementos de la Gendarmería atendieron una orden de desalojo de residentes del ejido El Fuerte en un predio que es propiedad de un residente de ese sector y que ante las instancias jurídicas ganó el juicio por la posesión de ese terreno ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) por lo que procedieron a desalojar del lugar a varias personas que actualmente mantenían posesión un predio.
Con base al informe de los residentes de ese sector, dicho problema data de hace varios años cuando Agustín Tapia se posesionó de una manera ilegal de las tierras que le había dejado su papá, pero por un lapso de cinco años esas siete hectáreas estuvieron abandonadas, pues se las vendió a un trabajador de Pemex, de nombre Fernando García Salas y quien nunca las trabajó; por lo que ante esa situación el primero se aprovechó para iniciar su recuperación.
Ante el abandono en que quedaron esas tierras por parte de Fernando García Salas, la asamblea ejidal decidió darle utilidad a esas siete hectéras, por lo que fueron repartidas a todas las mujeres de ese lugar quienes actualmente las estaban trabajando y algunas otras habían iniciado ya la construcción de pequeñas casas.
“Hoy no sabemos con que trampas legales promovidas por el señor Agustín Tapia logró obtener una orden de posesión de terreno de siete hectáreas, donde además contó con la complicidad de los excomisariados ejidales que cuando desempeñaron sus respectivas funciones no siguieron el caso ante el Tribunal Unitario Agrario y de esta manera, las mujeres verse completamente beneficiadas”, informó Lucy, hija de una de las posesionarias Carmela Enríquez.
Hasta la tarde de este viernes, los elementos de la Gendarmería se mantenían en el predio para que los posesionarios no regresarán a meterse y mientras tanto, el nuevo titular de los derechos de dicha parcela Agustín Tapia empezaba a trabajar en las tierras que le dejó su papá.