Para este año 2020 la depresión, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, será la segunda causa de discapacidad en el mundo y la primera en nuestro país ya que sólo en México un promedio de 10 millones de personas la padecen y sus efectos impactan fuertemente la productividad empresarial.
En cuantas ocasiones no hemos escuchado que familiares, amigos o conocidos nos dice: “estoy en la depre”, ante esto lo primero que se debe saber es que la depresión es una enfermedad clínica severa que va más allá de “Me siento triste” y que sólo dura generalmente unos días.
Los síntomas de la depresión pueden ser muy variados pero sus focos de alertas son: sentir agotamiento físico extremo, hipersomnia alternada con períodos de insomnio prolongado, dolor crónico y alteraciones bruscas de humor.
TRASTORNO MENTAL
De acuerdo a la psicóloga Dulce Peraza, miembro del Colegio de Psicólogos del Sur de Tamaulipas “la depresión es un trastorno mental grave que al ser diagnosticado en clasificación severa o profunda, puede llevar a la persona al suicidio”.
La especialista explicó que los síntomas físicos y emocionales son: tristeza profunda, anhedonia -incapacidad para sentir placer en las actividades cotidianas como el trabajo o la escuela-, sentimiento de culpa, enojo, resentimiento, dolor de cabeza, dolor en articulaciones, falta de vitalidad, debilidad generalizada, dolor en la espalda alta, dolor en la nuca, así como una autoestima baja o falta de ella.
Otros síntomas pueden ser: alteración en el sueño y el apetito lo que genera la pérdida de peso acelerada.
La depresión puede ser leve o moderada, severa o profunda, “en la primera la modalidad terapéutica puede ser a través de psicoterapia solamente y en la severa debe de tratarse con psicofarmacología y con psicoterapia alternadamente”, dijo la especialista.
Los especialistas para tratar la depresión son del área de salud mental como psicólogos clínicos y psiquiatras, “al mismo tiempo es muy importante que en casos como de un duelo por una pérdida significativa, que no se atiende a tiempo, se puede convertir en una enfermedad depresiva”.
LA NUEVA EPIDEMIA DEL SIGLO XXI
Ante esta enfermedad es preciso desarrollar una buena inteligencia emocional, manejar de manera positiva el estrés, educar a los menores para que acepten sus errores y retos, prestar atención a las personas que están a nuestro alrededor y ver qué situaciones difíciles están viviendo.
Es muy importante la atención profesional ante eventos traumáticos, conocer los antecedentes familiares con dificultades emocionales y los cambios hormonales.
NO DISCRIMINA A NADIE
Para la psicóloga Miroslava González, “la depresión es una afección que no discrimina y afecta a personas de todas las edades, condiciones sociales y de todo el mundo”.
Esta provoca desde angustia hasta la incapacidad para llevar a cabo tareas diarias “y en casos muy graves puede provocar hasta el suicidio y sólo con un tratamiento profesional se puede ayudar a éstas”.
ENFERMEDAD DEL ALMA
La depresión es considerada incluso una enfermedad del alma “que se caracteriza por diversas manifestaciones entre ellas tristeza prolongada sin motivo aparente, desánimo, desinterés o falta de capacidad para disfrutar lo que producía placer, desconfianza hasta de sí mismo, indiferencia ante eventos importantes”, comentó la escritora, tanatóloga y enfermera Eva Meléndez Mar.
Desde la tanatología se pueden ayudar a las personas que la padecen, primeramente es preciso determinar las causas de la depresión o el duelo, identificar los estilos de vida con la finalidad de ver si se trata de depresión o sólo es un proceso de duelo, recomendar actividades encaminadas a fortalecer la espiritualidad como necesidad humano y no religiosa y fomentar un estilo de vida saludable.
Eva Meléndez, quien también es una excelente conferencista motivacional, recomendó a las personas con esta enfermedad que soliciten ayuda “ya que la soledad complica el sufrimiento y a que desarrollen actividades que les agraden como el ejercicio, actividades recreativas, manualidades, juegos de mesa, que vean paisajes atractivos como el mar, un amanecer, que lean mensajes de paz, fe, esperanza y sobre todo que se rodeen de personas gratas, amables, compasivas y que implementen en su vida hábitos de fortaleza espiritual”.
“Es posible superar los estados depresivos si consideramos que la vida tiene un propósito que cumplir aquí en la tierra para vivir en plenitud”, concluyó la especialista.