La colonia Cascajal sufre atraso ancestral y desde hace más de 40 años no ha recibido obras de pavimentación, alumbrado y seguridad pública, ocasionando que decenas de cuarterías y edificios queden en abandono por la migración de familias.
Daniel García, residente de la calle Reforma, quien nació hace 73 años en ese sector, aseguró que han transcurrido muchas administraciones municipales sin que en la colonia haya inversión pública, a pesar de que genera ingresos suficientes al gobierno por la operación de bodegas y comercios mayoristas.
Son numerosas las familias que han emigrado hacia otros sectores de la ciudad, porque esta colonia se ha avejentado, junto con sus edificios y cuarterías, pero no es atractiva para vivir porque está sucia, sus calles están destrozadas, el alumbrado y la limpieza es muy deficiente, expresó.
"Lo que le da vida a este punto de la ciudad son los comerciantes de pescados y mariscos de La Puntilla, porque tiene una actividad creciente, pero las autoridades municipales no tienen interés por esta colonia, una de las más antiguas de la ciudad".
Los pocos inmuebles que están ocupados son de personas de la tercera edad o comerciantes que rentan temporalmente algunos espacios, pero no existe ninguna política para repoblar esa colonia, con una declive poblacional creciente, agregó la señora María Martínez, de la calle La Paz.
La colonia Cascajal remonta su nacimiento a fines el siglo XIX, cuando comienzan a habitarse los primeros predios por parte de algunas familias, atraídas por la pujanza económica de aquellos años en esa zona, pero hoy muchos de los edificios construidos en esa época con diferentes manifestaciones arquitectónicas permanecen deshabitados.