Empresarios de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas acusaron a la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Tamaulipas, de "liberar en una acción poco clara y extrañamente premeditada permisos para la operación de casinos en el estado, esto tan sólo un día después de que el Congreso del Estado cambiara la Ley que permitirá la operación de estos centros".
Abraham Rodríguez Padrón, director de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas, (Fecanaco) señaló que las cámaras de comercio fueron impulsores de que esta ley de casinos se abriera en Tamaulipas, pero también advirtieron que los permisos para estos centros de juego deberían otorgarse mediante permiso estatal con mecanismos y candados que permitieran blindar su operación y no bajo esquemas pocos claros y de corrupción.
Señaló que lejos de buscar una operación sana, existen elementos y pruebas suficientes en poder de las cámaras de comercio que señalan a Arturo Soto Alemán, subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Finanzas del estado como la persona que cobró 1 millón 500 mil pesos en efectivo como “contribución voluntaria” para todos aquellos casineros que obtuvieron la carta de anuencia estatal, documento que les fue entregado a quienes pudieron pagar el “moche” a este cuestionado funcionario.
"Eso definitivamente causa molestia a la iniciativa privada, pues exigencia fue que todo trasparente y sano, con controles legales establecidos para su blindaje ".
En un comunicado de prensa acusó de corrupción y voracidad de un funcionario de Segundo Nivel como Arturo Soto, subsecretario de Finanzas y agregó que la Concanaco México prepara un documento para ser presentado a la titular de Secretaría de Gobernación Olga Sánchez Cordero, con la finalidad de que revise cualquier permiso de operación de casino otorgado en Tamaulipas y donde se hace referencia a la corrupción que tristemente se presentó desde el día siguiente que se aprobó la ley.
De igual forma se explicó que se buscará un acercamiento con el Gobernador tamaulipeco para expresarle la preocupación y mostrarle las pruebas de su subalterno Arturo Soto, quien de una manera lamentable en tan solo 24 horas logró encontrar la manera de corromper la ley de casinos y la alejó del objetivo que perseguían las cámaras de servir como fuentes generadoras de economía, empleo y turismo.