El seno de la familia es cada vez con mayor regularidad un sitio agresivo, donde por igual se ejerce la violencia económica, psicológica, sexual o física.
De esta manera cada vez son más las amas de casa, trabajadoras o profesionistas que desilusionadas de la relación marital que llevan acuden al Instituto de la Mujer en Ciudad Madero a pedir ayuda.
La secretaria de Bienestar Social, Adriana Morato Avilés, aseguró que “al mes tenemos un promedio de 150 mujeres que llegan con nosotros pidiendo apoyo por la situación que viven”.
Solicitan orientación para divorcio, ayuda para lograr la manutención de sus hijos, y en casos más graves asesoría legal, psicológica o médica por la violencia ejercida contra ellas.
“Los casos surgen en el hogar, empezando con empujones o pleitos hasta llegar a las agresiones por lo que nosotros les damos esa asesoría psicológica y jurídica, incluso con acompañamiento hasta los tribunales”, dijo.
Lo sorprendente es que por lo menos el 50% de quienes piden ayuda a mitad del proceso desisten, al ser convencidas por sus parejas de que no volverán a incurrir en una agresión, lo que la mayoría de las ocasiones es falso.