El primer caso de hongo negro que se confirma en Tamaulipas, durante esta pandemia, es una mujer de 59 años de edad, que requiere de una segunda cirugía para remover el ojo donde está alojado y frenar su avance al cerebro.
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El caso fue confirmado en entrevista por el especialista e investigador Raúl de León Escobedo, quien detalló que la paciente originaria de Altamira es tratada en un nosocomio privado de Tampico con un cuadro reservado.
De acuerdo con lo expuesto, el hongo le ha causado necrosis en el paladar izquierdo y se aloja en su ojo del mismo lado que deberá de ser extraído, ya que de llegar al cerebro, poco se podrá hacer.
“En este caso (el hongo) le sale en la región facial, en la cara, manifiesta adormecimiento, entumecimiento de la cara y luego comienza a destruir la piel y los tejidos que le rodean, afecta nariz, paladar, senos paranasales, en este caso es el ojo”, dijo.
El entrevistado refirió que, aunque el hongo negro se relaciona en esta pandemia a pacientes recuperados de SARS-CoV-2, este no es el caso, ya que la paciente ha dado negativo a las pruebas de detección de Covid-19.
Sin embargo, dijo que al tener un cuadro de diabetes e insuficiencia renal, cumple con el perfil de personas con un sistema inmune deprimido, en el que la enfermedad llega a proliferar con mucha agresividad, como es el caso.
Los familiares de la paciente han señalado que tras una semana de hospitalización, ya se le practicó una cirugía, pero que requiere de una segunda para extraer el ojo, lo que frenaría el avance del hongo al cerebro, en donde las posibilidades de control de la enfermedad son limitadas.
Sin embargo, la familia ya no cuenta con recursos para solventar los gastos médicos, ya que de acuerdo con lo expuesto, la primera cirugía tuvo un costo superior a los 24 mil pesos y como parte del tratamiento diariamente se le aplican dos ampolletas de más de 3 mil y 5 mil pesos, además de que de lograrse la cirugía tendría que usar una prótesis, de elevado costo, indicó una de las hijas.
De León Escobedo indicó que esta es una enfermedad que se detecta un caso en un millón de pacientes, y aunque es el primer caso desde que inicio la pandemia no es el primero detectado en Tamaulipas durante los últimos 30 años.
Reconoció que los costos de atención son elevados al ser una enfermedad poco común, pero que existe desde el año de 1850 y de no tener una detección y atención oportuna el hongo sigue avanzando destruyendo todo a su paso, siendo el nivel más grave cuando llega a alojarse en el cerebro, provocando la muerte.