"La tierra es de quien la trabaja" bajo ese lema y con su amor al cultivo de frutas y legumbres, Gabriel Huerta Ventura, convirtió un terreno Baldío en un "huerto urbano", donde sembró frijol, maíz y calabaza.
El huerto se aprecia desde la avenida Hidalgo
Al pasar por la avenida Hidalgo casi esquina con calle Agua Dulce, llaman poderosamente la atención las plantas de milpa sembradas en el predio baldío, donde hace un tiempo operaba una agencia automotriz; el lugar perfecto para el joven apasionado del cultivo, qué encontró la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en su tierra natal.
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Se gana la vida abriendo la puerta a clientes de restaurante
Seguramente usted ha visto a Gabriel caminando descalzo por la ciudad de un lado a otro sin un rumbo fijo, siempre alegre, siempre sonriente, algunas veces bailando.
Tal vez lo ha visto ganándose la vida abriendo la puerta a los clientes de un conocido restaurante ubicado en la calle Altamira y Olmos de la zona centro de Tampico.
Llama la atención su paciencia y dedicación a la hortaliza
El joven ha llamado poderosamente la atención por su paciencia, dedicación y cuidados que le ha dado a su pequeña hortaliza, sin importar las altas temperaturas y desde hace unos meses acude con regularidad en la mañana y tarde a regar sus plantas con la ayuda de una garrafa de 20 litros.
La cual llena en una llave qué se encuentra cerca del lugar y además ha implementado un sistema de riego de manera artesanal con pedazos de manguera.
Algunas personas afirman qué vive en situación de calle y diariamente camina desde el centro de la ciudad hasta su huerta, el afirma tener un hogar, aunque no precisa dirección.
Tiempo de cosechar
Después de varios meses de cuidados y paciencia, el huerto por fin ha comenzado a dar frutos, ya se asoman las primeras calabazas y El Sol de Tampico estuvo presente. "me siento muy contento de ver la cosecha, tardó mucho, es un trabajo duro. Unas me las voy comer y otras las voy llevar a vender a Super Cream", expresó.
Agregó que la intención es sembrar también chile, mango y sandía mientras los dueños del predio le permitan continuar con su pasión y amor por la tierra, cosechando las bondades de la naturaleza.
¿Dónde aprendió a sembrar y cosechar?
Aseguró que su amor por la tierra y el campo comenzó en su ciudad natal hace algunos años en la localidad Chaucingo municipio de Huitzuco de los Figueroa, situada en el estado de Guerrero, donde justamente aprendió a trabajar en el campo junto a su familia.
La falta de oportunidades lo llevó a emigrar a los Estados Unidos
Aseguró que su familia se encuentra en el estado de Guerrero, pero las ganas de salir adelante y ante la falta de oportunidades, tuvo que emigrar a los Estados Unidos de manera ilegal en busca del sueño Americano.
"Trabajé en Estados Unidos, como cocinero en restaurante llamado" la cocina Grill", después de un tiempo tuve problemas por el alcohol y después me deportaron para México, por San Luis Río colorado, llegué a Tijuana, después a Sonora, Mexicali y desde hace como dos años llegué a Tampico". Aseguró que la vida ha sido complicada y hasta la fecha sigue luchando para dejar el alcohol y poder regresar con su familia.
Asegura que no le hace daño a nadie sembrando vida
Consiente de que el terreno de su huerta, tiene dueño, asegura que no le hace daño a nadie y que seguirá sembrando vida hasta que se lo permitan "si me corren buscaré otro lugar", puntualizó que una vez que comience la cosecha, algunas serán para su consumo personal y otras pretende venderlas o regalarlas al restaurante que le permite ganarse unas monedas.
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El joven asegura que no recuerda cómo llegó al Puerto de Tampico hace más de dos años, pero lo que si tiene claro, es que le gusta la ciudad y piensa seguir dando vida, cosechando frutas y legumbres mientras llega el momento de regresar a casa.
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"Cualquiera puede sembrar, solo hay que tener paciencia, echarle ganas y ponerle corazón".