Hace aproximadamente 70 años en la zona conurbada, Pedro Delgado Santillán sembró su primer árbol de jobito en el patio de su casa. Cerca de 20 años después plantó el segundo. Aunque él ya no se encuentra en el mundo de los vivos, los árboles que cuidó continúan año con año dando frutos. A pesar de la sequía, el 2024 no será la excepción.
Conocido popularmente como “jobo” o “jobito”, este árbol recibe el nombre científico de “Spondias mombin L”. Es endémico de zonas tropicales y su temporada de florecimiento en el sur de Tamaulipas inicia en las últimas semanas de julio y se prolonga durante uno o dos meses, hasta septiembre. Sin embargo, la sequía extrema que imperó en el territorio repercutió de manera negativa en su desarrollo.
¿El jobito está quemado?
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México (Msm) desde diciembre de 2023 que el municipio de Tampico presenta sequía extrema.
En entrevista con EL SOL DE TAMPICO, Rocío Delgado, hija de Pedro Delgado Santillán y quien ahora junto a sus dos hermanos se dedica a cuidar de los árboles de jobito, nos comparte cómo hizo frente a la crisis hídrica que afectó la región.
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“Debido a que tuvimos altas temperaturas con sensaciones térmicas de hasta 42°C y falta de lluvias, nosotros durante abril y mayo estuvimos regando la tierra con el agua de enjuague de la ropa. No había más. A pesar de que no pudimos regar las copas de los árboles, los jobitos lograron florecer, aunque ahora están muy pequeños, esperemos que comiencen a madurar en agosto”.
¿Qué hacen con el jobito que recolectan?
Desde el 2015, los hermanos Delgado se dedican a vender a sus allegados pulpa de jobito. De acuerdo con la entrevistada “Es un trabajo arduo, porque hay que recoger, lavar y hacer la pulpa. Cuando ya tenemos el fruto, son tres coladas diarias las que hacemos porque el jobito no dura mucho sin refrigerar. Sin embargo, ya que la pulpa se congela, pueden pasar años sin que pierda su sabor”.
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“Actualmente no vendemos al público, porque ya tenemos nuestros clientes de confianza y a veces no nos damos abasto para surtir los pedidos. Incluso tenemos lista de espera tanto de familias de aquí de la zona conurbada de Tampico, como de gente que viene desde Veracruz, quienes lo comercializan para lograr un ingreso extra para sus familias”, concluyó la entrevistada.
¿Qué sabemos sobre el jobito?
De acuerdo con la Red de Viveros de Biodiversidad y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el jobito es también conocido con los nombres de ciruela amarilla, pompocua, obo de zopilote, ciruelo mango y ciruela loca.
De igual manera, recibe las denominaciones: kan-abal (en lengua maya), cozticxócotl (náhuatl), shipa (totonaca), maxpill (mize) y quinín (huasteca).
El árbol de “Spondias mombin L” puede alcanzar una altura de hasta 25 metros con un diámetro de entre 75 a 90 cm, con hojas de cinco pétalos y drupas de hasta cuatro centímetros de longitud. Se distribuye en ambientes cálidos subhúmedos entre los cero a los mil 200 metros sobre el nivel del mar (msnm).
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A mediados de julio, en la zona conurbada, la ciudadanía espera que los jobitos maduren para disfrutarlos en agua, vino, heladitos o paletas. Gracias a señores como Pedro Delgado Santillán y muchas más personas que han sembrado y cuidado de estos árboles, en la actualidad podemos disfrutar de su sabor.