Hoy no podríamos siquiera imaginar que al ir caminando sobre el rompeolas de playa Miramar, de pronto observemos una ballena encallada entre las rocas, pues eso ocurrió hace 98 años.
A principio de la década de los años 20 una enorme y desorientada ballena se estrelló en el malecón de playa Miramar, suceso que quedó en las páginas de la historia del municipio petrolero.
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Para la cronista de la ciudad, Carolina Infante Pacheco, fue algo inusual que una de estas especies terminara en las escolleras, quien refirió que el acontecimiento fue como en 1922.
“Que una ballena ande por estos litorales es extraño, sabemos que esta especie se dirigen o se guían a través de las corrientes marinas o aguas frías, también debemos de considerar que las temperaturas de aquellas épocas no eran como las de ahora, tan cálidas”, refirió.
De acuerdo con algunas de las hipótesis, esta gigantesco ejemplar pudo haberse desorientado hasta terminar estrellándose con las rocas del malecón, sin que lograra regresar al mar y finalmente morir en el sitio.
La gigantesca ballena fue retirada de la costa
Infante Pacheco, destacó la labor de todos los pobladores de esa época para evitar una gran contaminación con los restos de este cetáceo, organizándose para lograr retirarlo a la brevedad de la costa del sur de Tamaulipas.
“Recordemos que en esa época estaba el ferrocarril de la Barra y lo que hicieron fue subir a la ballena a los vagones destazada para poder ir a tirarla en lo que era la sierra, para que no contaminara el área de las escolleras”, dijo.
El hecho en la pequeña villa de lo que hoy es Ciudad Madero se perdió en la memoria colectiva, “fue algo muy recordado porque si consideramos que en esa época todavía no existía el sistema de Protección Civil, ni del Medio Ambiente, pero había conciencia ecológica de los pescadores, la gente que vivía del mar evitó la contaminación por el ejemplar muerto”, citó.
Ahora escasean hasta las toninas
El avistamiento de delfines pico de botella o también conocidos como toninas era común en la costa tamaulipeca, pero estos cada vez se pasean menos por las cercanías de Miramar.
La cronista de la ciudad mencionó que desde esa fecha no se ha registrado otro evento similar en las costas del municipio de Ciudad Madero y señaló que cada vez es menos la presencia de especies marinas en la zona.
“A la fecha la exposición de los toninas y los delfines trompa de botella cada vez son menos, por las mismas condiciones que se están manejando y sobre todo la variación del clima o la temperatura del océano”, refirió.
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El día en que una enorme y desorientada ballena quedó varada entre las rocas de playa Miramar, sin duda es una fecha que quedó en el recuerdo para cientos de personas que acudieron a esta parte del municipio petrolero para ver qué era lo que había ocurrido y que posteriormente lo transmitieron de generación en generación.
