El creciente traslado por ferrocarril de cargas peligrosas como ácido clorhídrico, productos químicos y combustibles por la zona urbana, el mal estado de la mayoría de los más de 100 cruceros ferroviarios y la invasión de derechos de vía, son una bomba de tiempo para los habitantes de Tampico, Madero y Altamira, alertó la Confederación de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana.
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Aunque su rehabilitación y modernización están a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las concesionarias Kansas City Southern y Ferromex, por años las intersecciones permanecen deterioradas y sin protecciones de advertencia temprana, lo que hace cada vez más comunes los accidentes con víctimas fatales.
Rodolfo Torres Sánchez, secretario de Previsión Social de la confederación ferrocarrilera, explicó que incluso los ayuntamientos conurbados no han cumplido con su obligación de exigir que los cruceros cuenten con dispositivos para proteger a automovilistas y peatones.
"Cada año, en los tres municipios se registran numerosos accidentes en esos pasos del ferrocarril, donde se ven involucrados coches, camiones con carga y hasta transeúntes, porque no hay seguridad", agregó.
AMENAZAN LA VIDA
"Pero el mayor riesgo acecha a los pobladores de Altamira, donde por semana se desplazan 10 tanques con 500 mil litros de ácido clorhídrico proveniente de Pajaritos, Veracruz, hasta la zona industrial, sin que haya condiciones adecuadas en esos cruceros que atraviesan colonias muy pobladas", expuso.
Los cruces ferroviarios son peligrosos en la zona conurbada.