El sector pesquero en Tamaulipas está atravesando por una situación complicada, ante el alza del diésel que hoy se cotiza en 22.28 pesos el litro en el sur de Tamaulipas, aunado a que la producción pesquera sigue a la baja, se espera que este año un porcentaje importante de barcos no saldrán a la mar.
“Es un problema serio el que vive la flota pesquera y se prevé que una vez termine la veda no saldrá ni el 50% de los barcos por la falta de apoyos para el sector”, señaló Nicanor Fernández Cabrera, miembro de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola.
Indicó que proyectan que al menos 60 barcos no saldrán a navegar por el alza del diésel y la falta de apoyos federales.
Dijo que se sienten olvidados por parte de las políticas federales donde se ha dejado de lado el apoyo a los pescadores y a la flota camaronera, una de las más importantes del país en el sur de Tamaulipas.
MUJERES DESPICADORAS SIN EMPLEO
“Si la mitad de la flota camaronera no sale a navegar, más de 4 mil mujeres despicadoras no tendrán trabajo ni ingresos para llevar a sus familias, si en lugar de mil kilos de camarón se traen solo 400 kilos un montón de gente se quedará sin trabajo y serán muchas familias las que se verán afectadas”, dijo.
Aunado a los trabajadores que laboran como tripulación de las embarcaciones, cada barco contrata en épocas normales a 5 o 6 personas, un total de mil que trabajan en tripulación, además de las despicadoras, “es un mundo de gente la que vive de los barcos”.
DIÉSEL CARO AFECTA A LA PESCA
El alza de los combustibles ha tenido efectos en la cantidad de viajes que se puedan realizar este año. Desde el pasado mes de febrero algunos barcos pararon actividades por ser incosteable y tener pesca escasa.
Del total de la flota, que es de 180 barcos, la mayor parte se ve afectada por la falta de subsidios al diésel y de apoyos al sector.
“Muchos van a parar este año hasta 4 o 5 meses, porque no salen las cuentas, cada barco requiere hasta 30 mil litros de diésel y con la pesca escasa no es costeable, aunado a que la veda dura un promedio de 4 a 5 meses”, finalizó Nicanor Fernández.