El crecimiento de oferentes se da principalmente en áreas donde terminan los mercados y son sobre todo personas que venden ropa de uso y enceres domésticos, los cuales llegan a los rodantes al quedar sin un ingreso derivado del cierre de establecimientos que está dejando el Covid-19 en la zona y que buscan un ingreso para su familia.
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Pedro Monsiváis Becerra líder del Gremio Unido de Tianguistas, señaló que esté crecimiento se ha venido observando desde hace varios años, pero con la Pandemia han crecido más las zonas denominadas "botaderos" que es donde se ofertan ropa, juguetes y enceres domésticos, sin embargo también han crecido los oferentes formales.
Comenta que ante la difícil situación económica que se vive "desde hace varios años se han sido tolerante con mucha gente que tiene la necesidad de trabajar y que carecen de un permiso y que acuden a los llamamos “botaderos” y que cada día son más, nos reunimos y acordamos que se le diera la oportunidad a madres solteras, gente discapacitada, de la tercera edad y desempleados.
Añade que este tipo de comerciantes en determinados rodantes rebasan a los oferentes que tienen todo el tiempo vendiendo en estos mercados, "en Tampico somos 1900 gentes que tienen permiso y que estamos agrupadas, pero yo creo que el área de tiradero sobrepasa 2,500 personas y las que se instalan en sus casa alrededor de la rodantes, que también son muchas personas.
Agrega que "en Tampico son 4, 500 familias registradas que se dedican al comercio en los mercados rodantes, más las personas que nos ayudan, en mi caso tengo cuatro personas que me apoyan, pero en promedio será una población de 12,000 gentes trabajando en los rodantes de Tampico, más 8000 en Madero y 8000 en Altamira, es una fuerza laboral importante, por eso cuidadmls nuestra salud y la de quienes nos visitan”.