La inversión en equipos de blindaje por parte de tiendas, empresarios y comercios ha crecido y ahora ocupa el 35% del total de lo que se compra en materia de seguridad, reveló el Consejo Nacional de la Industria de la Balística.

"Entre los usuarios del blindaje corporal casi un 40% son elementos de la policía municipal y estatal, un 35% corresponde a seguridad privada, bancos, centros comerciales, y un 15% son elementos de seguridad, tipo guaruras y escoltas y el 10% restante son civiles que han tenido algún tipo de improviso", señaló John Valbuena, presidente de la Comisión de Ética y justicia del Consejo.

Destacó la importancia de que los escoltas utilicen ese tipo de prenda, porque cuando se realiza un atentado el blindaje funciona como elemento disuasivo, de lo contrario, lo primero que hace la delincuencia es dar de baja al sistema de seguridad para que el objetivo quede frágil y puedan acceder sin ningún problema.

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"Podría pensarse que este blindaje solo es para conflictos bélicos, pero no desgraciadamente la delincuencia organizada cuenta con armas de alto poder, entonces tenemos que prepararnos mejor para hacerle frente, si no vamos un paso adelante no sé en qué situación de inseguridad caeríamos en la República Mexicana", apuntó.

"Para el blindador cada vez que uno de sus clientes sufre de un atentado y logra sobrevivir al acto de violencia, es una batalla ganada y la toma como propia porque ese es el objetivo del blindaje, salvar vidas", aseguró.