Cuando el juego empieza a ser lo primordial, a suplir por esta actividad las necesidades básicas, de descanso, alimentación, es decir no comer o no convivir con otras personas, aislarse por estar jugando o inclusive perder su trabajo o desatender a otras personas que están a su cargo o desatenderse a sí mismos, es una señal de una afectación psicológica.
Comenta el director del centro de Integración Juvenil de Tampico Jorge Ávalos Castelán, quién expresa que con la reapertura de los casinos en la zona es necesario integrar un módulo de atención a los adictos al juego, ludopatas , cómo se les conoce clínicamente, pues podría incrementarse esta afectación de la personalidad en los próximos meses la cual se considera en ocasiones grave.
Añade qué son las personas entre los 40 y 65 años de edad las más propensas a la ludopatía, condición qué puede llegar a consecuencias muy severas, como la pérdida de empleos y hasta la ruptura del matrimonio o generar una disfuncionalidad familiar tal que puede terminar con afectaciones incluso para los hijos, por lo que se debe tomar muy en serio esta adicción, que alguno desestiman sin medir lo que puede llegar a provocar.
Expone que se estarán acudiendo a los diversos comercios de este giro para dar información a quienes asisten y puedan conocer las alternativas que se tienen en caso de sentir que el juego ya es una necesidad para ellos y de este modo prevenir que la afectación siga avanzando o terminé destruyendo la vida social de las personas.
Expresó que el CIJ Tampico tiene un programa de atención para la ludopatía o adicción a juegos que incluye a nivel preventivo un programa de acercamiento con los responsables y el dueño de eso establecimientos de casinos o estancias de juego para poder distribuir informaciones acerca de la atención de este problema que afecta de forma muy significativa a nivel físico y emocional.
Desde 1992 la Organización Mundial de la Salud reconoce a la ludopatía como una enfermedad, que se define como una conducta de juego inadaptada y persistente que altera la vida personal familiar y profesional de quienes la padecen, en todo el país se reportan hasta 6 millones de personas registradas en forma clínica que sufren esta psicopatía lo que es importante empezar a realizar acciones por medio de las instituciones públicas para contener la situación.