Como una experiencia traumática, un momento aterrador que cambia la forma de ver la vida y te enseña a valorar a los seres amados; reconociendo el esfuerzo, la dedicación y el profesionalismo de los trabajadores de la salud que día a día luchan en los “covitarios” por cada paciente, es así como una familia tampiqueña describe lo que ha sido el enfrentarse al Covid-19.
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Se trata de la Familia López, originarios y con residencia en Tampico, en donde cinco de sus integrantes se contagiaron de SARS-CoV-2, cuatro de ellos han sido dados de alta tras una larga batalla, mientras que el pilar de la familia sigue luchando en el Hospital Militar Regional de Tampico, a donde fue trasferida por su alto nivel de riesgo y en donde actualmente los médicos reportan su estado de salud como delicado. Sus hijos y nietos ya recuperados elevan oraciones para que regrese a casa y así cerrar este capítulo “indescriptiblemente doloroso” para la familia.
Silvia López narró a El Sol de Tampico que el virus llegó a su familia después de que su hermano Jorge “N”, de 36 años de edad, se contagiara en su centro de trabajo. Al acudir al Hospital General N°6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Madero fue diagnosticado con dengue enviándolo a casa para reposo; al paso de los días la enfermedad se fue complicado al grado que Jorge no podía respirar, por lo que lo llevaron de emergencia una vez más al nosocomio siendo internado y atendido como paciente Covid-19. Sin embargo, el virus ya había invadido su hogar.
"Desgraciadamente nos ha tocado vivir el virus; podemos decir que hemos tenido un contagio masivo en mi familia, nos ha tocado vivirlo y sufrirlo. Mi mamá es la más afectada, pero son cinco las personas contagiadas. Es algo tan doloroso, mi hermano fue el primero en contagiarse, luego fue mi esposo y mis dos hijos, siempre creíamos que el virus existía, pero no sabíamos cómo era vivirlo: es traumático, es muy difícil, es una sensación aterradora".
Mientras Jorge “N” era atendido en el IMSS; el esposo de la entrevistada y sus dos hijos, un masculino de 22 años de edad y una niña de tan solo 11 años de vida, acudían al Centro de Salud de Tampico agobiados por los síntomas. También la mamá y abuelita Ana “N” eran internadas, ellas en el Militar de Tampico y esta última enfrentando una grave complicación al ser considerada población de riesgo, porque padece de hipertensión arterial y tiene 72 años de edad, dos factores que la han llevado a cumplir 20 días en internamiento hospitalario, todos ellos tuvieron el mismo el resultado: positivo a SARS-CoV-2.
"Los hospitales están que no se dan abasto y aun así los médicos lo entregan todo. Si no tuviéramos los médicos y enfermeras, que cada día están al pendiente de ellos, esto sería peor; gracias a ellos mi familia está bien y luchando. Mi mamá, que es la que más ha tenido complicaciones, ha salido adelante por los médicos. Esta enfermedad ataca a los pulmones, es una experiencia muy traumática, ver a mi familia a punto de fallecer, ver cómo les falta el aire, no poder hacer nada por ellos y tener esa sensación de no saber si van a regresar del hospital vivos".
"Mi mamá sigue delicada y podemos decir que ya todos están dados de alta menos ella. Entendemos que es grande y que es del grupo de riesgo, pero sabemos que los médicos hacen una excelente labor, quisiéramos dar nuestro agradecimiento en especial al doctor Víctor Octavio López Amaro y al equipo médico del área Covid-19 del Militar, porque sin su ayuda y sus atenciones mi mamá no hubiera tenido esta recuperación que ha ido presentando".
Silvia López pide a la población creer en la existencia del virus para tomar las medidas necesarias y así reducir los contagios.
"Cuando vives una situación como esta lo valoras todo; yo le quisiera decir a esa gente que no cree, les digo que el virus sí existe y que le puede dar a cualquier persona, niños o adultos. Que me crean esos que no creen que existe, que esto es verdad y es muy, pero muy feo ver a tu familia internados, no poderlos abrazar y sin poder estar con ellos; comunicarnos con una ‘tablet’, es una experiencia dolorosa y esto se evitaría si se lavan las manos y usan cubrebocas", concluyó.