El campo tamaulipeco no ha escapado a los efectos dañinos de la pandemia del coronavirus, al igual que otras actividades económicas se ha visto afectado por la parálisis de las dependencias federales y por ende de la entrega de apoyos.
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Tamaulipas mantiene por años el liderazgo en la producción de sorgo y soya en el país, este 2020, esta producción disminuirá en un 50 %, debido a que no se preparó la tierra para sembrar y hay desacuerdos con los productores en el precio pactado anteriormente que no se respetó.
El periodo de siembras inicia en octubre y termina en marzo del siguiente año, las cosechas inician en diciembre y terminan en septiembre del año siguiente, los principales cultivos en Tamaulipas son sorgo, maíz grano, cártamo, algodón hueso, trigo grano, cebolla, canola y okra, entre otros.
“La problemática de los productores del campo es la falta de apoyos, estamos desde marzo pidiendo nos paguen el apoyo de programa Producción para el Bienestar antes Procampo, y que nos respeten el precio del sorgo que se pactó el año pasado que fue de 3,735 pesos por tonelada como precio garantía, pero como no fue publicado en el Diario Oficial de la Federación no se está cumpliendo el acuerdo”, afirmó Toribio Cruz González, dirigente de la Unión Campesina en Altamira.
Toribio Cruz González señaló que de no pagarles el precio de la tonelada de sorgo que se pactó en 2019 difícilmente podrán cubrir los gastos de producción.
En cuanto al programa de este Gobierno federal Producción para el Bienestar antes Procampo, está enfocado en apoyar a productores del campo de maíz, frijol, arroz, café, caña y azúcar y otros granos. En el caso de Tamaulipas apoyan a productores de caña de azúcar y granos. En Altamira se registró en el programa a productores de soya, siempre y cuando no tengan más de 20 hectáreas, de lo contrario quedan fuera del programa.
En el caso de Tamaulipas quedaron fuera del recurso cerca de 23 mil productores, y en la zona sur representa a 1,200 productores que fueron descartados.
Señaló que un 70 % de los productores en la zona conurbada no han recibido el recurso del programa Producción para el Bienestar.
“Este año habrá poca siembra, y lo que se sembró está en riesgo de perderse, el clima no ha ayudado, no ha llovido, aun así, se establecieron algunos cultivos, pero la mayoría no ha sembrado porque no hay un precio de garantía”.
Advirtió que a muchos productores no les va a interesar cultivar soya y sorgo y algunos van a migrarán al maíz porque es más rentable. Esto a pesar de que Altamira es el principal productor de soya en México con 40 mil hectáreas dedicadas a ese cultivo, se cosecha por año un promedio de 60 mil toneladas, se comercializa con empresa productoras de aceite y productos nutricionales.
“Seguimos trabajando y preparando nuestras tierras esperando que llegue la lluvia para poder hacer los cultivos”.
En Altamira hay 20 mil hectáreas de cultivo del sector social y 40 mil hectáreas del sector privado, detalló.