Enojados por las largas filas para pagar y la caída de nuevo en el sistema para el cobro de refrendo y plazas vehiculares contribuyentes cerraron las calles Carranza y Aquiles Serdán.
José Luis Pernas manifestó que llegó desde las 4 de la mañana por segundo día consecutivo y no podrá pagar porque solo la oficina tiene capacidad para cobrar a 100 causantes.
La fiscal porteña no ha tenido capacidad para atender desde enero pasado la afluencia de más de 600 personas que acuden diariamente a realizar sus pagos.
Los quejosos pidieron reordenar el sistema de cobros y el establecimiento de un esquema que agilice el pago de impuestos vehiculares y emplazamiento.