Con el primer domingo de diciembre se inicia la preparación de la comunidad católica para la llegada de Jesús, al ser la Navidad una de las dos festividades más importantes en esta religión, de la cual es feligrés el 87% de la población mexicana, celebrándose este 1 de diciembre, con el encendido de la primera vela de la Corona el Tiempo de Adviento.
El párroco Daniel Zapata Huesca del templo del Sagrado Corazón de Jesús en ciudad Madero, comenta que "estas festividades, que son de las más importantes para la iglesia católica, tienen su tiempo de preparación, celebración y prolongación; en este caso la Navidad empieza con el Tiempo de Adviento, que significa la preparación para la venida del Salvador.
La preparación, explica el sacerdote, es tanto para la venida histórica, el 25 de diciembre, como la escatológica del fin de los tiempos, que no sabemos cuándo es, sin embargo San Bernardo dice que hay una tercera avenida intermedia, entre la primera y la segunda, qué es hace el corazón de cada persona qué es la mejor manera de prepararse para la llegada de Jesús".
"Y es en el Tiempo de Adviento es una tradición bendecir la Corona, que está compuesta por cinco velas, tres moradas, una rosa y una blanca. Las cuales se van prendiendo en familia conforme van pasando los domingo diciembre, para pedir a Dios que nos prepare para la venida de nuestro salvador además de unirnos en familia para la celebración de este acontecimiento tan hermoso que es la llegada de Jesús a la tierra", añade.
Comenta que cada color de las velas tiene su significado: las moradas son los primeros domingos de adviento, la rosa se enciende el domingo más cercano a la nochebuena y la blanca, que generalmente va en el centro y se prende cuando llega la Navidad. El color morado representa el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos tener para prepararnos adecuadamente para la llegada de Cristo. Mientras que la rosada representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento del Señor y la blanca representa a Cristo como centro de todo cuanto existe.
La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para pedirle al dios sol que regresara con su luz y calor. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas y les enseñaron que debían aprovechar esta Corona de Adviento como medio para esperar a Cristo, celebrar su natividad y rogarle que infunda su luz en sus almas.