Viajar es todo un placer, pero cuando se tiene una discapacidad motriz puede representar un reto, no solo para desplazarse sino para vivir plenamente la experiencia al lugar donde se visita.
En el Quinto Congreso Internacional de Turismo Inclusivo, José Grimaldo Colmenero, presidente de la Red Nacional de Turismo Inclusivo, contó su experiencia de viajar con una discapacidad.
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“Jamas pensé que una pasión como es viajar me diera la oportunidad de conocer gente y destinos extraordinarios y grandes aventuras, a los 8 años en mi casa escaseaba el dinero, yo nací con pies pero a los dos años me los cortaron y en ese momento mis manos se convirtieron en mi instrumento para poderme desplazar, por diez años mis manos estuvieron en el suelo”.
Su primer viaje
José Grimaldo compartió que pudo salir de viaje por primera vez a los 8 años, gracias a un concurso escolar en el que el premio era un viaje por una semana con todo pagado a Cancún, ese paseo le permitió conocer la experiencia de los viajes.
“De León, Guanajuato a Cancún ese viaje maravilloso me abrió los ojos a la gran experiencia de viajar, aunque en ese tiempo yo no tenía estas prótesis, y todo era más complicado para desplazarme, al siguiente año convencí a mi hermana para que concursara para que ella también pudiera ganarse un viaje y nos fuimos a Veracruz, yo viajaba en el suelo en el autobús porque no sabía nada de turismo inclusivo”.
Menciona que a los 10 años le pusieron sus primeras prótesis que eran de madera y para él era muy complicado viajar.
“Pude conocer mi estado Guanajuato y sus 43 municipios, cuando comencé con el activismo y a conocer mi país y sus 32 estados, pero hace 7 años mi vida de viajero cambió, yo no preguntaba que si la habitación era accesible, o que en los aeropuertos había manera de que te asistieran en la fila, que si las regaderas, que si la rampa en restaurantes, en mi condición de discapacidad motriz lo que más me impacta es la accesibilidad a los sitios, aunque no lo es todo”.
Turismo inclusivo
Hace 7 años tuvo el primer acercamiento con el turismo inclusivo y desde entonces se ha encargado de que este tema se conozca más.
“De haber sabido que existía este turismo, pude haber viajado diferente, todas las veces que me arrastré de la cama al baño pudo haber sido diferente, y los ingresos a los aviones también, esta causa no es mía, yo empecé viajando por la pasión de conocer y estudiar, pero hoy digo que esto es un instrumento para que todos sepamos del turismo inclusivo para personas con discapacidades es viajar con dignidad”.