A comerciantes en pequeño que tributan en el ahora esquema RIF y que a partir de enero próximo serán transferidos al nuevo Régimen de Confianza les preocupa caer en incumplimiento y omisión de impuestos por el desamparo del Servicio de Administración Tributaria (SAT), organismo que desde el año pasado dejó de darles capacitación y asesorías fiscales.
Con esos servicios del SAT, las personas en actividad empresarial con ingresos menores a los 3.5 millones de pesos anuales, no necesitan contratar a un contador público, pues mediante citas acudían a salas de adiestramiento de las oficinas de la autoridad fiscal, pero fueron cerradas desde marzo del año pasado.
EL GREMIO NO CUENTA CON SERVICIOS DEL SAT
Juan José Miller Rodríguez, coordinador de la zona sur de la Federación Estatal de Comerciantes en Pequeño, señaló que en la jurisdicción de Tampico el registro es de más de 40 mil contribuyentes en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).
Este régimen desaparecerá con la miscelánea tributaria en el 2022, pero hay dudas y desconfianza sobre el nuevo trato que recibirán.