En el sur de Tamaulipas aumentó el número de sucursales bancarias que fueron cerradas a raíz de la pandemia y a once meses de la crisis sanitaria, empeora el desorden y riesgo de contagios de Covid-19 entre usuarios que diariamente, pero sobre todo los días de pago se aglomeran en las afueras de las oficinas, sin que haya regulaciones o multas para la banca.
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Abel Morón Guzmán directivo de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio de Tamaulipas criticó que la Secretaría de Salud y la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarias no actué de manera enérgica y clausure incluso las oficinas bancarias que se convierten en puntos de propagación del virus Covid 19, por las filas numerosas de usuarios, que no guardaran distancia; porque tampoco los bancos limitan cupos y hacen más expeditos los trámites que en estos se realizan.
Contrario a las necesidades actuales, el sector bancario cerró al menos una decena de sucursales en especial en Tampico y Altamira, empeorando las aglomeraciones en puntos de gran demanda, como los centros de las tres ciudades conurbadas o mercados municipales, agregó.
Afirmó que en esta pandemia; los bancos han sido extremadamente irresponsables; en muchos casos redujeron su personal y sus clientes tienen que hacer filas hasta de 3 horas para cualquier trámite; esto sin cuidar medidas elementales de salubridad como el cubrebocas; por lo que pidió aplicar acciones contra los bancos, que muestren falta de responsabilidad en el cuidado de la salud colectiva.
Incluso aseguró que la Fecanaco ha dialogado con directivos con los bancos y que a estos parece no importarles la responsabilidad social de cuidar a sus empleados y clientes calificándolos como “fuentes de alto riesgo” para propagar el virus gripal, por lo cual que ponerles frenos.
El mayor peligro es para las personas de la tercera edad o de bajos ingresos económica porque no utilizan las plataformas tecnológicas para hacer sus transacciones bancarias, lo que aumenta la responsabilidad de la red de bancos de facilitar trámites en ventanillas y ampliar la red de cajeros automáticos, por lo menos temporalmente, mientras transcurre el riesgo alto de contagios, pidió.
Al interior de las sucursales si es respetado el metro y medio de separación entre las personas y es repartido gel antibacterial, pero entrar para realizar pagos o aclaraciones, se ha convertido en todo un calvario, pues las filas, algunos casos llegan a tomar hasta más de una hora.
El problema el ingreso de las personas se deben al poco personal con el que las sucursales están trabajando, pues en algunas de estas solo un cajero y dos ejecutivos dan atención al público, lo que ya debió ser atendido por las instituciones, insistió.
El IMSS ha recomendado la población, en especial, pensionada retirar sus recursos en los días subsecuentes al día de pago, seguir los protocolos sanitarios de cada banco, realizar compras con tarjetas bancarias en establecimientos autorizados, retirar los recursos en corresponsales bancarias como tiendas de autoservicio, además de utilizar plataformas digitales y servicios de banca en línea para efectuar pagos, pero menos del 50% de esa población utiliza esos sistemas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, el 89% de los cuentahabientes utilizan una sucursal para realizar operaciones bancarias como: retirar efectivo en 46.1%; hacer depósitos 42.3%; pagar servicios 15.6%; pagar créditos 10.3%; cobrar cheques 5.4%, así como para aclaraciones y quejas en 9%.
