A pesar que durante las primeras horas de este martes mantenía Altamira su movimiento habitual en comercios de la zona centro, después de casi tres horas de haber abierto, personal de la policía estatal en compañía de trabajadores de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) llegaron al primer cuadro para hacer una verificación y cerrar establecimientos.
Al igual que en Tampico el centro de Altamira empezó a bajar sus cortinas en los establecimientos que no entran como esenciales en el decreto por contingencia sanitaria, situación que originó sorpresa entre los transeúntes que no fueron avisados al igual que en los comerciantes, teniendo que acatar los lineamientos los negocios ante la presencia de la fuerza pública.
"Tenemos muchos compromisos por delante, además de los cobros de los servicios públicos como el agua y la luz, también hay que pagarle a los empleados por eso queremos seguir funcionando, con todas las medidas que la secretaría de salud nos ha indicado para poder tener recursos y cumplir con todo lo que hay que pagar".
Señaló Benjamín Vázquez quién administra un local en la zona centro de la ciudad indicando que "llegamos sin que nadie nos hubiera dado un aviso de que iban a cerrar los establecimientos este día y ya gastamos el pasaje, al igual que los empleados que también tuvieron que erogar para poder llegar hasta sus trabajos, por lo que pedimos más organización a las autoridades".
Añade que "es necesario que se estructure un plan para que el comercio pueda seguir operando de una forma o de otra, ya que es el ingreso para muchas familias que de forma diaria tienen que salir a ganarse la vida, por lo que las autoridades deben de generar opciones y alternativas, antes que solamente decidir de manera unilateral situaciones que afectan específicamente a los más pobres".