La instalación de ciclovías en el Centro Histórico de Tampico impactó negativamente la economía de más de medio centenar de comercios, principalmente en la calle Aduana, donde las ventas cayeron más del 40 por ciento.
Ante ese escenario, el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST) planteó ya al nuevo gobierno porteño el retiro de los separadores y la desaparición de la ciclopista, que hasta ahora no han demostrado ninguna función, porque los ciclistas escasean en la zona centro de la ciudad.
El presidente de ese organismo, Eduardo Manzur Manzur, dijo que la instalación de la bicisendas sólo ha tenido efectos negativos para los comercios porteños y sobre todo en la calle Aduana, desde la Plaza de la Libertad hasta la calle Estrella, porque se ha reducido el número de peatones.
Explicó que la pasada administración municipal instaló las pistas como parte de un corredor turístico, pero sólo causó daños a la economía de los comercios y pocos beneficios para los ciclistas, porque son muy pocos los que la usan.
Criticó que gobiernos anteriores hayan tomado esas medidas en forma unilateral y que acuerden decisiones por cuestiones de ornato, sin que tengan beneficios para el centro porteño, donde no existe un reglamento que controle la vialidad, el ambulantaje, anuncios luminosos, ruido y otros aspectos que aumenten el atractivo de ese perímetro.
Indicó que los comercios de más de seis cuadras de la calle están en crisis, pues hay poco movimiento de personas, con lo cual cayeron cuarenta por ciento sus ventas.
"En todo caso, considero que si pretende el ciclismo, que se haga en la periferia de la laguna del Carpintero o bien se haga el cierre temporal, sólo por algunas horas de las calles".
Lamentó el desorden de la ciudad, principalmente en el Centro Histórico, donde se han quedado pedigüeños, vendedores ambulantes y hoy las calles peatonales ya no funcionan para los viandantes por la invasión de puesteros.