Desde el inicio de la pandemia, hace casi dos años, los jubilados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son atendidos por la dependencia literalmente en la banqueta, por lo que exigen la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para recibir un trato justo.
Consideran que esta es una medida de discriminación, ya que a ellos que prestaron sus servicios por años en la empresa se les impide el acceso pero a quienes acuden a pagar el suministro de energía eléctrica los dejan entrar sin problemas.
El señor Victor Manuel López Araujo, con Registro Permanente de Empleado 62506 y adscrito a las oficinas divisionales Golfo Centro de la CFE en el Paseo Bella Vista de la colonoia Campbell, acudió a El Sol de Tampico para dar a conocer esta situación que impera desde inicios del 2020.
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“Las medidas que han impuesto los directivos, de no permitirnos la entrada nos perjudican a la mayoria, somos personas de la tercera edad” refirió el entrevistado, quien precisó que esto les complica realizar trámites como recoger nuestras boletas de pago catorcenalmente, actualizar gafete, hacer tramites de prestaciones
COMPLICAN EL TRÁMITE PARA ADULTOS MAYORES
Para muchas de las personas en retiro que prestaron el servicio a la Comisión y que superan los 60 años les resulta practicamente imposible hacer los trámites o citas por correo electrónico, ya que muchos no saben manejarlo.
“Además que la cita es para atenderlos en la banqueta, no han podido en estos casi dos años que se mantiene la negativa de entrada acondicionar un espacio al interior de la oficina y nos atienden en la calle, no es una situación digna” dijo.
PIDEN ENTRAR CON LAS MEDIDAS SANITARIAS
Para esta determinación no se toma en cuenta el semáforo epidemiológico, ya que mientras tiendas, restaurantes y otras dependencias permiten acceso restringuido y con medidas sanitarias la CFE no ha abierto sus puertas a los jubilados desde marzo del 2020 que comenzaron las restricciones.
Precisó que lo que se busca es ingresar respetando todas las medidas sanitarias, ya que muchos de los jubilados están enfermos y tienen que soportar las inclimencias del tiempo, sol o frio, para poder realizar un trámite.
Quien prestó por 36 años sus servicios a la hoy empresa productiva del estado pidió, en nombre de más de un centenar de jubilados afectados, la intervención de la al considerar que este es un acto de discriminación.